En las comunidades no hay festejos por la Nochebuena ni por la Navidad; allí la vida es igual todo el año, la gente solamente conoce el trabajo, expresó la señora Rebeca López Tun, vecina de la localidad de Gavilanes.

“En el campo, desde que amanece, los hombres se van al mismo y las mujeres se meten a la cocina para hacer también lo mismo todos los días: cocinar para el marido y los hijos”, expuso.

Doña Rebeca refiere que en el campo nada cambia cuando amanece, pues todo mundo va al trabajo, exceptuando a los borrachos, pues ellos desde que amanece buscan donde conseguir su trago, manifestó.

Entre tanto en la ciudad hay gente “con categorías” y esa gente no invita a sus fiestas a ningún campesino, “por la misma categoría que tiene”, observó.

La mujer expresó que diciembre, en el campo es un mes más de trabajo, un mes en el que no hay (fiestas) 24 ni 31, sino rutina de trabajo porque toda la gente es pobre y tiene que trabajar.

La vida en la ciudad, aunque dicen que hay pobreza, es buena.(Roberto Lemus/Quintana Roo Hoy)