Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.-Madres de familia de la zona maya invierten trabajo y esfuerzo para que los carrilloportenses tengan verduras de la región en su mesa.
Para traer frutas, verduras y legumbres de temporada para los comensales en Felipe Carrillo Puerto, mujeres productoras de la zona maya invierten demasiado esfuerzo y son días muy laboriosos en la que ellas no tienen de descanso, trabajan todo el año y cada vez es poca la utilidad que les queda por el alza al precio de la gasolina, ya que al pagar el flete y pasaje se merma su ganancia.
María, de la comunidad de Tixcacal Guardia, dijo que ya tiene más de 20 años dedicada al cultivo de chile habanero, cilantro, calabaza, rábanos, entre otras especies y todo esto lo realiza en el patio de su domicilio, donde tiene implementado un huerto familiar.
“Es duro nuestro trabajo, nos levantamos desde temprano a empezar a cosechar lo que vamos a llevar al mercado de Felipe Carrillo Puerto, para que las familias consuman fruta, verdura y legumbres de calidad y 100% caseras”, dijo.
Por su parte, doña Gilda, avecinada en el mismo poblado, es muy reconocida, ya que cuenta con un cuartel donde alberga a dignatarios mayas.
Con su edad avanzada dice que parece de 40 años, ya que su trabajo para despachar es rápido y con el carisma que la simpatiza bromea con la clientela, en su mayoría mujeres que ya la conocen de varios años.
Comentó que el trabajo en el campo es igual para las mujeres. “Todas las que ves aquí somos madres de familia que amamos producir el campo, de aquí hemos sacado adelante a nuestros hijos, es bonito cuando amanece ir a cosechar el rábano, cilantro el olor de estas legumbres da una satisfacción que si rindió el esfuerzo que le dedicamos, tengo varios clientes y todo el año visitan mi puesto en el mercado”.
Estas “mujeres luchonas”, como ellas se autonombran, se levantan desde muy temprano para cosechar y empacar su venta del día que llevarán a la ciudad para ganarse el sustento familiar.
Las entrevistadas dieron a conocer que con el alza en los precios de los combustibles ellas invierten más de 250 pesos en pasaje y alimentos, siendo su día de descanso cuando se enferman.
Mientras estas jefas de familia llegan a vender a la ciudad, sus hijos quedan al cuidado de un familiar, para poder ofertar los productos en siembra de traspatio.
Alejandro Valdez
Quintana Roo Hoy