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noviembre 21, 2024

Felipe Carrillo Puerto

Abandonan a su suerte a abuelitos

FELIPE CARRILLO PUERTO, Q.Roo.- Son más las personas de edad avanzada que son olvidados por sus mismos nietos, familiares e inclusive sus hijos, que después de haber contribuido con proporcionarles alimentos, estudios y formarlos con buenos hábitos, terminan siendo abandonados en sus hogares o en algunos casos, en las calles; por lo cual tienen que trabajar para sostenerse el tiempo que les queda de vida.

La pareja conformada por don Candelario Che Cob, de 75 años de edad y María Concepción Dzib, de 50 años de edad, al quedar solos buscan a diario su sustento; desde muy temprano, caminan por las calles en busca de un trabajo para poder conseguir dinero para el alimento del día, sin importarle su edad avanzada y en problema motriz que presentan.

“A pesar de mi edad, no he dejado de luchar gracias a María, que ella es la que empuja mi silla de ruedas. Sigo en pie de lucha y a diario salimos de la casa sin destino alguno, sólo con la esperanza de un chapeo o recoger entre la basura algo que nos pueda servir para vender; María es quien sale a vender latas, plásticos o cartón en su triciclo, la pobre lo lleva empujando, ya que no sabe manejarlo”.

Por otra parte, el señor Orlando Balam Uc dio a conocer que desde que falleció su esposa, sus dos hijos han dejado de visitarlo. La pérdida de su vista cada día se va empeorando por diferentes enfermedades crónicas, y a veces le llegan fuertes dolores, sin haber quien lo atienda; siendo difícil alcanzar sus medicamentos para erradicar las molestias. También ha tenido constantes caídas al levantarse a preparar sus alimentos o para ir al baño.

VÍCTIMAS DE INSEGURIDAD

“Vivo solo. Mis hijos ya tienen su familia y creo que por eso no pueden venir a visitarme; no los culpo, pues ellos tienen que velar por sus hijos. A mis 72 años, ¿qué más puedo pedir? Ya viví, tuve una linda esposa y dos hermosos hijos”, comentó con lágrimas en los ojos. Cabe señalar que Balam Uc tiene un apoyo económico bimestral de 1 mil 50 pesos, del Programa Adulto Mayor, cuyo último cobro fue robado de su propia casa por un grupo de vándalos.

Doña Guerma Tun, a la edad de 77 años, tiene que levantarse desde la seis de la mañana para encaminarse a otras colonias buscando qué pepenar para poder conseguir unos cuantos pesos. En su andar, tiene que empujar un triciclo viejo y pesado; se sienta por ratos en la acera para mitigar el fuerte calor y en su rostro cansado se ve su preocupación que es poco lo que ha recolectado en el día. (Alejandro Valdez/QUINTANA ROO HOY)

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