COZUMEL,Quintana Roo.- Durante la décima octava Sesión de Cabildo municipal, la presidenta Perla Tun Pech, se molestó luego de que no fuera aprobado el nombramiento del nuevo contralor municipal, el cual fue considerado como una imposición suya.
Esto debido a que no cumplía con los requisitos, al tiempo que nunca se presentó una terna, por lo cual la alcaldesa amenazó con eliminar los asuntos generales de las sesiones y con ello no darle voz a cuestionamientos de los regidores.
La actuación de la edil fue considerada por el regidor Marco Antonio Loeza como una manera de callar la voz del pueblo que ellos representan, esto al estilo de una dictadora que quiere imponer y cuando no contrataca afectando a los demás.
El regidor señaló que ante el intento de imponer a su “delfín”, César Eduardo Puga Itzimná en el puesto de contralor municipal, Perla Tun, solamente propuso a dicha persona, en lugar de realizar el procedimiento que era presentar una terna para ser analizada, discutida y aprobar la mejor elección para el puesto.
El no elegirlo, puso de mal humor a la presidenta, que no sigue las reglas de una Sesión de Cabildo, agrede a los participantes y toma el micrófono cuando quiere y no como debe de ser, que ella debe solicitar la palabra y aplicar como a todos los miembros que son dos participaciones por punto a excepción de asuntos generales.
Enfatizó que la acusación de Tun Pech sobre el Cabildo no tiene razón de ser, pues los regidores no tienen la culpa de no aprobar a una persona, que si bien es cierto hace un buen trabajo, se vio como si fuese una imposición.
Indicó que desde el 2 de octubre pasado, cuando Rafael Guzmán presentó su renuncia a la contraloría y esta quedó acéfala, es cuando la presidenta se debió preocupar por buscar el reemplazo.(Alberto Tejero/QUINTANA ROO HOY)