COZUMEL, Quintana Roo.- El carnaval 2018 pinta para ser tan gris como el de 2017, con más errores que aciertos, debido a que la presidenta municipal y sus funcionarios lo están organizando para ellos y sin pensar en el pueblo, y los preparativos han sido prácticamente en secreto.
Este año los candidatos fueron prácticamente impuestos, pues sólo se contempló a quienes recibieron invitación directa, y los que se inscribieron por voluntad fueron hechos a un lado. Además la convocatoria fue dada a conocer en redes sociales a menos de 48 horas de terminar, por lo que muchos no se enteraron y no pudieron inscribirse, y a algunos que sí lo lograron, les pusieron trabas para no aceptarlos.
El Carnaval 2017 tuvo un costo, reportado por el ayuntamiento en una sesión de Cabildo, de 13 millones de pesos, de los cuales, más de 70% fue aportación conseguida por el Comité del Carnaval, que gestionó estos recursos con el gobierno del estado.
Este comité, formado por carnavaleros reconocidos, fue excluido este año de todos los temas relacionados con estas fiestas.
El Carnaval del año pasado se caracterizó por su mala organización así como desaciertos en todos los sentidos, desde detalles mínimos ortográficos en carteles y brazaletes de ingreso, como los otorgados a los miembros del staff, hasta escribir “vallet”, en lugar de ballet.
El año pasado, por primera vez en más de cien años de fiestas, se cobró la excursión de las comparsas en los paseos de Carnaval.
La presentación oficial del cartel artístico se realizó en diciembre y algunos de los medios de comunicación fueron invitados diez minutos antes de empezar el evento, vía correo electrónico.
Alberto Tejero
Quintana Roo Hoy