PALOMA WONG
GRUPO CANTÓN
CHETUMAL.- El proyecto del Tren Maya debe contar con estudios minuciosos y precisos de impacto ambiental, dado lo delicado que es construir en esta zona del país, debido a que la mayor parte del suelo de la Península de Yucatán es de composición cárstica, y Quintana Roo no es la excepción, aseveró Alberto Pereyra Corona, profesor especialista de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo).
El entrevistado consideró que debe conocerse bien, a profundidad y escala, la estructura del terreno para establecer la dinámica de éste ante un impacto de tal naturaleza, dadas las condiciones del subsuelo y los movimientos que hagan las vibraciones al paso del tren.
Por ahora el especialista no quiso emitir juicios respecto de dicho proyecto encaminado por el Ejecutivo Federal, pero insistió en que deben haber buenos estudios para saber si es viable o no desde el punto de vista ambiental.
“No podría decirte si está bien o no, porque no han dado a conocer ningún estudio, se ha dicho que construir en la Península de Yucatán es una situación delicada por ser una plataforma cárstica, y si la poca vibración que genera el paso de los camiones están provocando que se aceleren algunos procesos que generen los hundimientos en las carreteras, entonces pensemos que pasará con un tren que no tiene llantas amortiguadas, sino que son de metal”, detalló.
Señaló que en numerosas ocasiones han puntualizado con este tema a las empresas constructoras para evitar daños como hundimientos y socavones, por lo tanto deben tomarse en cuenta diversos factores en el estudio del suelo e impacto ambiental del proyecto del Tren Maya.