CHETUMAL, Q. Roo.- La Ribera del Río Hondo se ha convertido en el corazón de la producción agrícola del estado; sin embargo, en los últimos años las condiciones climáticas han impedido un crecimiento, y por el contrario, han generado pérdidas.
Por ello es necesaria una diversificación económica, pues los miles de productores de la región ya no pueden sobrevivir con un solo tipo de cultivo.
La zafra es la actividad por excelencia de la región, anualmente se cultivan cerca de 30 mil hectáreas de caña y se cosechan alrededor de un millón y medio de hectáreas.
Según el secretario general de la Unión de Productores Locales de Caña de Azúcar (UPLCA), Aarón Renteral Campos, anualmente se dejan de percibir unos 150 millones de derrama económica.
La merma en ganancias es consecuencia del clima; sin embargo, en la zafra 2015-2016 se le sumó la falta de mano de obra para las tareas propias de la cosecha.
El actual período 2016-2017, aunque se logró la meta, ya se anunció que el próximo está siendo afectado por la sequía.
Los productores cañeros insisten en la necesidad diversificar la economía en la región, en donde uno de los elementos principales es la tecnificación.
Los productores ya no pueden depender del cultivo de temporal, debido a que los ciclos de lluvia están alterados, como consecuencia del cambio climático a nivel mundial.
En la Ribera del Río Hondo hay 23 comunidades, de las cuales 14 se dedican a la caña de azúcar, en beneficio de unos tres mil productores. Los demás se dedican a otros cultivos incipientes de temporal y a la ganadería.
Impulsan proyectos
Los gobiernos estatales anteriores han impulsado proyectos productivos importantes como la empacadora de chiles, la empacadora de leche, trapiches y granjas acuícolas, pero la falta de estudios reales para la instalación de estas actividades en la región las ha llevado al fracaso.
De acuerdo a Luis Garmendia, productor en la zona, los proyectos que se han intentado se centran más en la producción y no en los canales de comercialización. Mientras tanto, lo poco que se obtiene de las cosechas se siguen vendiendo a los “coyotes”, esto implica malbaratar su producción, aunque en ocasiones ante la falta de vías de comercialización se terminan perdiendo cosechas enteras.
La situación es agravada por los proyectos que se ingresan a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), pues en muchas ocasiones los productores prefieren buscar otras alternativas ante la cantidad de requisitos que la dependencia exige, para lograr los apoyos. (David Acosta / QUINTANA ROO HOY)