Paloma Wong / Grupo Cantón
Ante este escenario, la ULPCA ha emprendido acciones directas para brindar apoyo a los campesinos.
Chetumal.- Productores de caña de azúcar de la Ribera del Río Hondo enfrentan un panorama complicado tras el catastrófico cierre de la última zafra, en la que cerca de la mitad de la superficie cultivada resultó dañada. Actualmente, los esfuerzos se concentran en la recuperación de 17 mil hectáreas de vara dulce afectadas por plagas y enfermedades, con el objetivo de mejorar el Karbe en la próxima temporada.
Sergio Crisanto Morteo, presidente de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar en Quintana Roo (ULPCA), explicó que la situación fue crítica.
“En la última zafra, de las 34 mil hectáreas de caña de azúcar que se tienen en la zona, el 50% se vio afectado por diversos factores, entre ellos las plagas de la cochinilla y el hongo fusarium”.
El líder cañero reconoció que la caída del Karbe factor que determina la calidad de la caña y, por ende, las utilidades de los productores fue uno de los principales impactos de esta crisis.
“El objetivo es recuperar estas 17 mil hectáreas afectadas y con ello poder levantar el Karbe, el cual, derivado de las plagas, cayó significativamente en la pasada zafra afectando seriamente las utilidades de los productores”, puntualizó.
Ante este escenario, la ULPCA ha emprendido acciones directas para brindar apoyo a los campesinos.
Dijo que se está brindando a los productores la capacitación y la asistencia técnica para atender el hongo fusarium y, a su vez, la cochinilla que ha estado afectando recientemente a los cultivos de caña de azúcar.
Finalmente, destacó la importancia del acompañamiento gubernamental en estas labores de recuperación, refirió que a través del gobierno del estado se están recibiendo los apoyos correspondientes para que estas tareas de recuperar las 17 mil hectáreas de caña de azúcar sean posibles.
Finalmente dijo que estos esfuerzos coordinados entre productores y autoridades, la expectativa es que la próxima zafra sea más favorable, permitiendo la estabilidad económica de miles de familias que dependen directamente de la producción cañera en el sur de Quintana Roo.
