CHETUMAL.- Derivado de la ola de violencia registrada en Cancún y Playa del Carmen, los paramédicos de la Cruz Roja van acompañados por patrullas cuando trasladan a un herido de bala, pues temen que los sicarios terminen la ejecución.
Carlos Constandse Madrazo, delegado estatal de la Cruz Roja en Quintana Roo, indicó que la situación que hoy en día se vive en la zona norte de la entidad es alarmante, a tal grado que como medida preventiva, la delegación Cancún, en el municipio de Benito Juárez, ha tenido que convertirse en un búnker.
Lo anterior, porque han llegado personas por su propio pie con heridas de bala y en una situación como esa, el riesgo de que los sigan para acabar el “trabajo” es latente.
Además, cuando existe un llamado de auxilio para atender a un herido con bala, primero deben esperar a que lleguen los elementos policiacos para poder acercarse y en segunda, cuando realizan los traslados, éstos van acompañados de una patrulla.
Por Paloma Wong/Grupo Cantón