Paloma Wong / Grupo Cantón
Reportaje:
Solo el 2% de las viviendas cuenta con algún tipo de seguro contra daños, mientras que los seguros para autos concentran el 30% de la demanda.
Chetumal.- La cultura por tener un seguro aún está lejos de consolidarse como una práctica común entre la población, pues el seguro de mayor demanda es para un automóvil con un 30 por ciento, mientras que el de menor probabilidad es el de la protección de los bienes contra daños con tan solo un dos por ciento, confirmó Francisco Pérez Flores, gerente de Maya Caribe Seguros.
Los seguros sirven como una herramienta para la prevención de ciertos riesgos que se lleguen a presentar en el futuro y representan un gasto económico no previsto en las finanzas de las familias; con él, las personas pueden salir de su problema sin afectar su capital y patrimonio.
Aunque ello dependerá directamente del tipo de pólizas y sus coberturas, dado que en el momento que se requiera según sea la situación, la compañía aseguradora pagará los gastos generados, acorde a las necesidades obtenidas por cada asegurado.
Francisco Pérez Flores, gerente de Maya Caribe Seguros, precisó que entre la población no existe una cultura para asegurar sus bienes, o en su caso obtener un seguro catastrófico, pero también se tienen seguros para médicos puesto que estos también pueden ayudar a enfrentar una situación extrema.
Actualmente los seguros más solicitados son para vehículos en un 30 por ciento, gastos médicos mayores oscila entre el 6 y 7 por ciento; un seguro de vida lo solicita entre un 6 y 7 por ciento de la población y en el caso de daños es un 12 por ciento que son los seguros dirigidos para casas habitación, negocios o empresas.
“Nos falta educación financiera. Partimos desde que la educación financiera parte de que todos los riesgos a los cuales estamos expuestos debemos de protegerlo, es decir nos quedamos con el riesgo o lo transportamos a un seguro. Somos en algún momento caníbales financieros porque tenemos bienes como terrenos, casas pero cuando nos enfermamos o se quema un negocio o algún accidente echamos mano de esos bienes y mal vendemos para salir del problema cuando es más económico tener un seguro”, abundó.
Cada seguro depende de las necesidades de la población, sin embargo, en los últimos años el precio de un seguro, como por ejemplo para un automóvil ha venido en incremento, ya que al no tener esa cultura de adquirir uno hace que los precios se eleven para las personas que sí desean un seguro, pues del 2024 al 2025 el precio de un seguro incrementó de un 30 a un 40 por ciento. Ya que el dinero de cada asegurado se va a un tipo “mutualidad” para su uso.
Como ejemplo te puedo decir que el seguro de un vehículo común –Jetta, Versa, o Mazda- subió de 10 mil pesos a 16 y 18 mil pesos, dependiendo del modelo.
“Al asegurarse el 100 por ciento bajarían las tarifas porque hay más volumen y la siniestralidad sería menor, el detalle que los pocos que se aseguran hay siniestros y las tarifas tienden a subir. Lo mismo pasa en un auto, porque en pandemia bajo porque la siniestralidad con respecto a la movilidad fue menor”, apuntó.
El gerente de dicha empresa aseguradora dijo que lo que menos se asegura es un hogar, pues de cada 100 casas dos cuentan con una póliza que las protege en caso de incidente, que puede ser un incendio o incluso por afectación en caso de un sistema tropical.
Los seguros al menos de autos, de daños y gastos médicos son a un año y posteriormente tiene que ser renovados, pero estos atienden al usuario las veces que lo necesiten durante ese año; mientras que los seguros de vida son de 5, 10, 15, 20 años o vitalicios.
Cabe recordar que existe una amplia variedad de seguros y que cada uno de ellos busca cubrir las necesidades específicas de los contratantes, por lo que en el ámbito empresarial de este giro se dice que un asegurado adquiere una gran tranquilidad al saber que se encuentran protegido en el momento que se presente cualquier tipo de problema y de este modo, la economía de las familias no se ve perjudicada.