CHETUMAL, Q. ROO.- Tras la histórica derrota por la gubernatura de Quintana Roo, el PRI se consolaba con mantener el control del Congreso del Estado y ocho de 11 municipios; pero ahora, al distanciarse del Partido Nueva Alianza, perdió el Poder Legislativo y dos ayuntamientos más, por lo que deberá “ajustarse el cinturón” en gastos y aprender a ser oposición para prepararse a la siguiente elección federal, en un futuro que luce incierto.
La noche del 5 de junio fue difícil para la militancia priista. El domingo 6 no había más que hacer, los resultados del Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) demostraban que la alternancia llegó al estado por los próximos seis años. Carlos Joaquín González, candidato del PAN-PRD, logró 228 mil 703 votos, mientras que Mauricio Góngora Escalante, de la coalición PRI-Verde y Nueva Alianza, 178 mil 667.
El segundo golpe que cimbró al PRI llegó el sábado 3 y lunes 5 de septiembre. Después de la elección, los dirigentes y también diputados electos del PAN y del PRD, Eduardo Martínez Arcila y Emiliano Ramos Hernández, respectivamente, empezaron a tejer una fina red para atraer a los diputados de Morena, de Nueva Alianza y del Partido Encuentro Social a la causa del gobernador electo y la alternancia.
Y desde sus mismas filas del tricolor llegó otro impacto. Juan Carlos Pereyra no se decidía a dejar las filas del PRI, pero después de ver el sábado 3 de septiembre, en la instalación del Congreso, que el PAN-PRD sumaba un total de 13 votos, decidió declararse independiente y votó a favor de este bloque. Ya tenía la alternancia 14 votos contra 11 del PRI y Verde.
La diputada local Candy Ayuso se enfermó y no se presentó el 5 de septiembre para definir comisiones y la presidencia de la Gran Comisión. Con o sin su presencia, ya todo estaba perdido.
En Quintana Roo hay 96 mil 109 militantes registrados ante el Instituto Nacional Electoral. Al perder la gubernatura, y por ende, la colocación de militantes en el gabinete estatal, bajarán los ingresos vía cuotas. Esto ha obligado a recortar a 52 empleados, de los cuales nueve demandaron por despido injustificado, porque contaban con 10 y hasta 30 años de servicio y sólo les otorgaron cuatro mil pesos -dos quincenas- como liquidación.
En medio de toda este caos político que vive el PRI. El dirigente estatal, Raymundo King de la Rosa, decidió romper la coalición con el partido Nueva Alianza.
El delegado de Panal en Quintana Roo, Ricardo Heredia, le hizo un llamado a serenarse y a no romper la relación que los unió en la elección pasada.
De los ocho municipios que ganó el PRI en Quintana Roo, dos son encabezados por militantes del Partido Verde: Benito Juárez, con Remberto Estrada Barba, y Puerto Morelos, con Laura Fernández Piña. Otros dos están en manos de Nueva Alianza: Bacalar, que dirigirá el municipio Alexander Zetina Aguiluz, y Lázaro Cárdenas, con Emilio Jiménez Ancona. Esta fuerza podría verse disminuida si se van los dos municipios de su aliado natural.
El porvenir
Para Ricardo Heredia, la recomendación para King de la Rosa es que “el que se enoja pierde”, y considera que de parte de Nueva Alianza, no está rota la relación, por lo que espera que en los próximos días el dirigente reconsidere su postura.
“La política implica altura, entender que antes del interés de cualquier individuo o grupo está el ciudadano… (Las alianzas) son acuerdos nacionales, cada actor sabe qué facultad y responsabilidad tiene, yo hasta este momento no puedo romper con nadie, porque en cualquier espacio tenemos que trabajar de la mano todos”, precisó.
Mario Machuca Sánchez, quien aspira a la presidencia estatal del PRI, reconoce que hay cierta inestabilidad en el partido, sobre todo en materia financiera, y espera que en poco tiempo se recupere, y comiencen a trabajar con miras a la elección de 2018.
“Mucho de lo que depende el PRI son de las prerrogativas que recibe el partido y las cuotas que pagan cada uno de los militantes, sobre todo cuando entramos en función damos una aportación al partido para que se puedan hacer diversas gestiones”, dijo.
Si no hay cambio, nuevamente pidió a King de la Rosa que comience a ocuparse de los 11 comités directivos municipales, que visite a las lideresas de colonias y a los seccionales y se comience a realizar el trabajo partidario “que nunca debió dejar”.
“Es la primera ocasión que el PRI en el estado nos toca perder la gubernatura, pero el tricolor siempre ha sido un opositor propositivo y lo vamos a hacer en Quintana Roo. Habremos de aplaudir o de criticar lo que no esté bien hecho”, afirmó Machuca Sánchez.
Arleth Mólgora Glóver, quien perdió en la elección municipal en Othón P. Blanco, dijo que el tricolor continúa como una de las principales fuerzas políticas en el estado y deberá aprender a ser oposición y actuará en forma responsable.
Ante los señalamientos de corrupción a la administración saliente del gobernador Roberto Borge Angulo, dijo que los recursos públicos que ha recibido en cinco años son totalmente auditables.
Reciente fue aprobado el Sistema Nacional Anticorrupción, y junto con la Auditoría Superior del Estado, indagarán y darán a conocer si hubo o no desvíos en dicha administración. (Virginia Prospero / QUINTANA ROO HOY)