CHETUMAL, Q. Roo.- Muchas son las tradiciones y ritos que se realizan para recibir el Año Nuevo; sin embargo, la tradicional cena de pavo relleno o pierna de puerco de fin de año, y el “recalentado”, se pierden de forma gradual ante el impacto que genera en la población la afluencia de visitantes nacionales e internacionales en los destinos turísticos, aunado al poco circulante de efectivo.
Con el argumento de que preparar la cena implica tiempo y gasto, sumado a las prisas porque en muchos casos todos los integrantes de la familia trabajan, la tradición de concentrar en la cocina a las mujeres para preparar los ingredientes del relleno quedó atrás.
Entre las tradiciones que aún prevalecen está el famoso mono conocido como “Año Viejo” y las 12 uvas.
“Año Viejo” es un monigote que representa básicamente el período que termina, elaborado con ropa vieja, cartón o papel, relleno de viruta, paja o aserrín y con frecuencia con artefactos pirotécnicos, para ser quemado en los últimos minutos del 31 de diciembre.
Por otra parte, al sonar las campanadas que anuncian el inicio de Año Nuevo, en diversas regiones del mundo se acostumbra comer 12 uvas, que para algunas personas sólo representan cada mes del año, pero para otras, son propósitos o deseos por cumplir. (Julián Puente / QUINTANA ROO HOY)
