REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
Cancún.- Desde las 10 de la mañana, la CFE ha dejado sin energía eléctrica a toda la Avenida Huayacán, una de las zonas con mayor movimiento comercial y residencial de Cancún. Hasta el momento, la Comisión Federal de Electricidad no ha emitido una postura oficial ni ha solucionado el problema, provocando una ola de molestia e indignación entre comerciantes, emprendedores y residentes.
La afectación ha paralizado por completo la actividad comercial. Negocios que dependen del suministro eléctrico para operar se han visto obligados a cerrar sus puertas, perdiendo un día completo de ventas sin que nadie se haga responsable.
“Tenemos un local cerrado desde temprano, sin ventas, sin poder trabajar. No es justo que no tengamos ni un comunicado por parte de la CFE”, expresó una comerciante local, visiblemente frustrada por la falta de atención.
A la par, algunos usuarios que lograron contactarse con la CFE relatan que la única respuesta obtenida fue que tardarían aproximadamente 12 horas más en movilizarse para atender la falla, lo que ha sido interpretado como una burla y una total falta de seriedad ante una situación crítica.
“No es solo el tema económico, es que tampoco tenemos aire, ni agua en algunos casos porque todo depende de la energía. ¿Y la CFE? Bien, gracias”, compartió un vecino de la zona.
Esta actitud negligente y el silencio absoluto por parte de la paraestatal sólo aumentan la percepción de abandono institucional que padecen muchos ciudadanos. No se trata de un caso aislado: las interrupciones constantes, los altos cobros y la falta de atención han sido una constante en Cancún en los últimos meses.
Los afectados exigen que se restablezca el servicio de inmediato y que la CFE asuma su responsabilidad, ya que su inacción está generando pérdidas económicas y afectaciones directas en la vida cotidiana de miles de personas.
“El colmo es que ni siquiera dan la cara. ¿Dónde están cuando se necesita una respuesta? Nosotros sí pagamos puntualmente, pero ellos no cumplen”, señaló otro comerciante, harto del mal servicio.
La ciudadanía ya no está dispuesta a tolerar más abusos ni omisiones. Hoy, la Avenida Huayacán es el ejemplo más claro de lo que ocurre cuando una empresa pública deja de cumplir su función y se desentiende de la gente que sostiene su operación.