Jesús Vázquez
CANCÚN, Q. Roo
Un nuevo proyecto de 819 millones de pesos está concitando nuevas protestas de corte ambiental en Cozumel. Se trata del proyecto inmobiliario Aerogolf, del cual la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ya ha salido a decir está en regla, pero organizaciones ambientalistas aseguran que se aprobó de manera irregular, aun y cuando existe evidencia de los daños irreversibles que tendrá sobre la selva de Cozumel.
La lideresa de la asociación civil Cielo Tierra y Mar (Citymar) Guadalupe Álvarez Chulim dijo a Quintana Roo Hoy que en 2011 el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa conoció el proyecto de manos del dueño, Eduardo Toledo, pero lo cuestionó duramente al enterarse que la construcción de los hangares, el campo de golf y la lotificación del terreno para futuros desarrollos residenciales suponía devastar más de 200 hectáreas de selva.
La activista relató que en 2011 Calderón Hinojosa exclamó al ver el mapa del desarrollo: “Oye y toda esta selva vas a talar”, dirigiéndose al empresario Toledo.
Entre las irregularidades del proyecto, Álvarez Chulim asegura que la Semarnat no convocó a la consulta pública que exige el procedimiento de evaluación ambiental, además de que en diciembre de 2014 el Comité municipal de Desarrollo Urbano de la isla no aprobó dicho proyecto por la enorme devastación de selva que suponía para la isla.
La aprobación por parte de Semarnat fue sorpresiva, dijo, puesto que en diciembre de 2014 había quedado claro que dicho proyecto era inviable ambientalmente para el Comité municipal de Desarrollo Urbano, el cual está conformado por colegios de profesionistas, asociaciones civiles, así como representantes de Semarnat y autoridades ambientales del orden estatal y municipal.
Este desarrollo inmobiliario consiste en la lotificación de un predio de 584 hectáreas, de las cuales se “desplantarán” 210, que corresponden al 35% de la totalidad del terreno. Se construirán vialidades, banquetas, calles de rodaje, canales y lagunas artificiales, puentes y plataformas para aviones.
Contará también con un campo de golf de 18 hoyos y su Casa Club; un centro comercial; áreas deportivas; instalaciones de servicios y oficinas administrativas, así como hangares de uso común, ya que dicho complejo se edificará en torno al Aeródromo Capitán Eduardo Toledo.