Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo
Segunda de dos partes
Alerta la ONU sobre la trata de personas y considera a Quintana Roo un “foco rojo”, ya que abre un escenario más por la condición turística.
Ante ello, considera que por “trata de personas” se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas recurriendo al uso de la fuerza u otras formas de coacción, el rapto, el fraude y el engaño.
Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre y la extracción de órganos.
De igual forma, reseña que en el sistema judicial mexicano, no existen las estructuras para generar un proceso de medición del problema de trata de personas, toda vez que se tiene muy bajo nivel de denuncia o de tipificación diferente al delito, dejando entrever que es una infracción oculta y muchas veces coludida con autoridades, de tal manera que se tiene un problema del registro de este flagelo.
En el caso de Quintana Roo, indica que ante su posición geografía y el hecho de que la industria turística sea la principal actividad, además de que exista una dinámica migratoria, propicia a que sea considerado un territorio de tránsito, origen y destino de víctimas de trata que son trasladadas, tanto al interior como al exterior, para ser sujetas a la explotación sexual y laboral, principalmente.
En ese sentido, datos proporcionados por la Cámara de Diputados apuntan a que la ruta de operación de estos grupos delictivos abarcan las ciudades fronterizas y con potencial turístico.
Pero a pesar de esos indicios, en las instancia de procuración de justicia no se tiene un registro confiable sobre este delito, pues en los estados con mayor incidencia las averiguaciones previas son mínimas, ya que generalmente cuando se interpone la denuncia se tipifica bajo otro ilícito.
