Virginia Próspero
CANCÚN, Q. Roo
De acuerdo con Rafael Quintanar González, la designación de José Luis Pech Várguez es nuevamente otra imposición de la dirigencia nacional y tendrá consecuencias en el ánimo de la militancia del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
De manera indefinida, Pech Várguez tendrá el control total del partido por decisión del Consejo Nacional del partido.
Dijo que esta determinación de Morena es una más de las imposiciones que la dirigencia nacional ha realizado en el estado, porque recordó que durante la selección de candidatos, impuso a Mara Lezama como abanderada a la presidencia municipal en Benito Juárez y, al renunciar, asumió Julián Ramírez Florescano, quien también fue otra imposición.
Consideró que con este tipo de determinaciones la militancia es la que resulta afectada, porque de por sí quedó lastimada durante dicho proceso interno, y luego en campaña, varios militantes abandonaron el partido.
Indicó que lo que viene para Morena es que no tendrá mucho futuro.
Aunado a que al cancelarse la posibilidad de una elección interna, porque estaba programada para agosto, también afecta la vida democrática de Morena, pues será Pech Várguez quien tomará las riendas de manera indefinida, lo que representará un duro golpe democrático.
“Es un golpe más a la democracia, es una imposición, un autoritarismo más y que por supuesto va a traer un costo bastante elevado, y por parte de la militancia que está muy resentida y lastimada, porque al final de cuentas, olvídate a quiénes impusieron, sino que es la forma en que se hacen las cosas”, dijo Quintanar González.