Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo
Ante la pérdida de su hábitat por el desmedido cambio de uso de suelo, las dos especies de cocodrilo que habitan en Quintana Roo (crocodylus moreletti y cocodrylus acutus) han disminuido su población, generando un impacto al ecosistema, en virtud que los saurios se consideran depredadores tope cuya función es mantener el equilibrio del entorno.
Los cocodrilos están bajo una protección especial de la Norma Oficial Mexicana (NOM-059), al ser una especie en riesgo, sin embargo, no existe un programa de manejo y conservación del género.
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) carecen de datos actualizados sobre las condiciones reales de esta especie y el impacto por la pérdida del 50% del manglar, su principal hábitat.
La ambientalista Araceli Domínguez explicó que, el desmedido desarrollo turístico y urbano en Quintana Roo, ha propiciado la pérdida del hábitat de un sinnúmero de especies, incluyendo el cocodrilo, cuya población disminuye.
Por su parte, Alfredo Altuzar Moreno, operador de Proyectos de Desarrollo Sostenido de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conap), aseguró que en los últimos 10 años se han financiado proyectos para obtener información referente a las dos especies de cocodrilos en Cancún, pero faltan recursos.
En riesgo de extinción
Javier Carballar Osorio, presidente de la asociación Onca Maya, en los últimos diez años ha monitoreado la población de cocodrilos en el sistema Lagunar Nichupté y detalló que ha sido difícil realizar esta labor debido a la carencia de recursos, por lo tanto no se ha podido establecer un porcentaje real de la disminución de la especie.
Refirió que, lo que han encontrado es que al reducirse el hábitat por los cambios de uso de suelo, no hay las condiciones óptimas para la reproducción de las especies, entonces de disminuye la población, provocando una reacción en cadena.
Carballar Osorio, aseguró que, en la medida que se inviertan mayores recursos para proyectos de monitoreo, se tendrán las medios para establecer un programa de manejo y conservación del cocodrilo, además de impulsar proyectos enfocados al desarrollo sustentable, que realmente permita la conservación de hábitat de esta especie, de lo contario seguirá a la baja la población de los saurios y pasará de ser un género protegido a uno en peligro de extinción.