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noviembre 24, 2024

Cancún

Pierde Cancún 80% de su selva

CANCÚN, QUINTANA ROO.-Mientras los ambientalistas se pelean por impedir la reactivación de Malecón Tajamar, la devastación de selva en la periferia de la ciudad está cada vez más crítica, ya que según datos de la Comisión Nacional Forestal de Quintana Roo, por la devastación, el crecimiento urbano, los incendios forestales y los fenómenos naturales, el Estado pierde alrededor de 10 mil hectáreas al año, en Cancún casi el 80 por ciento de su selva baja se ha perdido.

Muchos “ambientalistas” sólo se enfocan en donde está la mina de oro, el Malecón Tajamar y la zona hotelera, el caso más reciente el de los inflables en playa Langosta, al ser los lugares donde está el manjar por la complejidad política, intereses de empresarios y en la periferia no hay dinero, por lo que dan tache a la devastación en la periferia en el norponiente a la altura de Prado Norte y Paseos del Mar y el polígono sur de la ciudad a la altura de Gran Santa Fe III y Jardines del Sur IV.

“La cuestión de los ambientalistas es un poco compleja porque realmente en muchos casos desafortunadamente es gente muy radical, gente que no tiene propuestas, ni aportaciones para la conservación que no tiene un conocimiento, ni de biología, ni de conservación y son mal dirigidas, por lo general son amas de casas, personas románticas comprometidas con el medio ambiente, pero que no saben nada”, opinó Roberto Sánchez , director de medicina veterinaria del Grupo Dolphin Discovery.

En esta corrida de persecución incansable de dinero entran personas que al percatarse que es un manjar apoyar la causa y ser “defensores ambientalistas”, algunos ya dicen ser reporteros de asociaciones que defienden el medio ambiente y hasta persiguen importantes cargos políticos como la presidencia municipal sin tener las facultades requeridas, por lo que lo sufren de duros reveses.

Tulio Arroyo Marroquín, empresario y activista, señaló que hay muchas autoridades que solapan las acciones que hacen en Tajamar porque les brinda cierta situación de comodidad, así no se responsabilizan de la limpieza, el alumbrado, la vigilancia y lo mantienen en una situación como si no pasara nada, pero sí pasa algo porque es un importante espacio público, el cual tienen cerrado.

Alberto Charles Saldívar, presidente honorario de Amigos de Sian Ka’an, comentó que ahora salen a la luz pública muchos ambientalistas y si realmente enarbolan la causa deben asumir y defender todo Cancún donde surja un problema de ese tipo, no solo Tajamar que sí hay que defenderlo, pero hay que hacer algo también donde las desarrolladoras están levantando edificios sin respeto a los espacios verdes, los que se quejan de cosas absurdas como el acceso de vialidad a los automóviles a Tajamar, deben dedicar energías también a eso, un buen ejercicio sería plantar árboles en esas zonas.

Adriana Martínez Molina, arquitecta y delegada del Colegio de Urbanistas de México, señaló que es un tema complicado el de los ambientalistas, los desarrolladores tiran todos los árboles y luego siembran árboles de 15 centímetros, con permisos de Manifestación de Impacto Ambiental hechas a modo que solo da pie a seguir devastando la selva y continuar el crecimiento de la ciudad que a larga va afectar Cancún y elevar la temperatura entre otras cosas, cuestiones que también deben de atacar los ambientalistas.

“En Puerto Cancún y Tajamar el ecocidio fue el mismo, pero en uno reaccionó la gente y en el otro no porque en el malecón la gente se apropió de ese espacio público y ha provocado que los ambientalistas lo defiendan como suyo, al ser una ciudad que no ofrece espacios como ese, la gente sigue permitiendo que sigan devastando Cancún y eso es un tema social”, indicó.

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Añadió que la deforestación está pasando tan rápido que a la gente no le da tiempo ni reaccionar y es un problema de contaminación ambiental al producir una pérdida de hábitat natural a un cambio de uso de suelos que la gente preocupada a vivir el día a día no lo ve, pero hay que preocuparse y ocuparse por la devastación y el desmonte ya que pone en riesgo la biodiversidad, con controles eficientes y los ambientalistas son un buen impulso para esto.

(Licety Díaz/Grupo Cantón)

 

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