Rocío Villalobos
CANCÚN, Q. Roo
Llegar a una casa de empeños en la ciudad y pedir dinero por artículos robados resulta muy sencillo para los amantes de lo ajeno, ya que lo único que se requiere es una identificación y únicamente se da menos en prensa si el artículo no trae una factura que lo respalde.
Realmente no existe una regulación como tal en las casa de la empeño de la ciudad de Cancún, lo reconoce la propia autoridad encargada de investigar los robos en la demarcación.
Es un hecho que las casas de empeño no piden facturas respalden la legal procedencia de alhajas, aparatos electrónicos, celulares, que presentan los pignorantes, reconocen los propios empleados de estos establecimientos.
De hecho, en el caso de los celulares, tabletas y ipad, los cuales pueden ser bloqueados desde la compañía telefónica que los vendió, son exhibidos con bajo precio para su comercialización en los stands de exhibición bajo la leyenda de ser “saldos”.
“Los vendemos así pero en realidad están bloqueados o tienen reporte de robo” explica uno de los encargados de la casa de empeño que se localiza dentro de una plaza comercial en la avenida Nichupté de esta ciudad denominada “Cash”.
– ¿Pero realmente se puede usar un teléfono así? – No – respondió el vendedor – pero hay quienes lo compran para refacciones o logran encontrar lugares que los desbloquean.
Entre los artículos que mayor demanda tienen, desde luego son celulares “liberados” los cuales pueden ser utilizados en cualquiera de las compañías de telefonía celular independientemente que tengan reporte de robo en cualquiera de ellas.