CANCÚN, Q. Roo.- Ajenos a los problemas de sus papás que fueron desalojados de la colonia irregular El Fortín, varios niños hicieron ayer de la Plaza de la Reforma del Ayuntamiento de Benito Juárez la zona de juego que tanta falta les hace, y que los aleja un poco de la triste realidad que ahora viven.
Apenas se levantaron del campamento que se tiene instalado en este sitio, los pequeños practicaron fútbol a lo largo y ancho del lugar con una pelota desgastada en color azul, otros utilizaron la estatua del Benemérito de Las Américas para sentarse a estudiar y unos más alimentaron a unos pollitos que tenían en una caja.
La curiosa escena del campo de fútbol improvisado llamó la atención de los policías que resguardan el edificio de la comuna, quienes en lugar de ponerse en su papel de autoridad “le pidieron la reta” a los niños que de inmediato respondieron que sí, aunque el juego, como era de esperarse, no se realizó.
Mientras jugaban a la pelota, una pequeña agarró su mochila en color verde y se sentó a los pies de la estatua de Benito Juárez, en donde sacó una libretita y una blusa, la cual le mostró a su mamá que estaba a unos metros de distancia, aunque la volvió a meter a su mochila para poder hacer su tarea.
Del otro lado del campamento se encontraban dos niños de entre 2 y 3 años, que alimentaban a cuatro pollitos que tenían en una caja de plástico, e inocentemente le preguntaban a su mamá si podían sacarlos porque “estaban llorando”.
A pesar de la situación que atraviesan, ya que junto con sus papás tienen que dormir a la intemperie en la Plaza de la Reforma, aprovechan cualquier lugar para hacerlo su zona de juegos y olvidar por un instante el hecho de que ahora viven en la calle. (Renán Moguel / QUINTANA ROO HOY)
