Jesús Vázquez
CANCÚN, Q. Roo.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales desechó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del hotel Occidental Grand Cozumel, que se construyó desde 1998, pero al pretender regularizar su situación, le fueron negados los permisos federales.
El Hotel Occidental Grand Cozumel se localiza a la altura del kilómetro 16.6 de la Carretera Costera Sur, en la Isla de Cozumel, en la Colonia “El Cedral”. La firma que lo opera es Cozumel Villages, representada por el Rafael Ramón Azueta Pérez, en su carácter de apoderado legal.
Cozumel Villages asegura contar con una autorización de impacto ambiental que data de 1998, la cual entonces autorizó la ejecución del proyecto “Hotel Jack Tar Village Cozumel”, cuyo nombre comercial actual es “Hotel Occidental Grand Cozumel”, con una superficie de aprovechamiento de 28,075 metros cuadrados (m2) en un predio de 84,928.95 m2.
En el año 2003 inició actividades el “Hotel Occidental Grand Cozumel”, ofreciendo sus servicios en la modalidad “Hoteles con Servicios Integrados”, según la clasificación de la CMAP2 con clave 932011, que corresponde a la de brindar un conjunto de servicios que proporcionan alojamiento y servicios en general a huéspedes y viajeros mediante compensación económica, considerada dentro del sector turístico, además de ofrecer diversos servicios asociados al hospedaje como son alimentos y bebidas, y entretenimiento.
El hotel consta de 23 módulos habitacionales con un total de 255 habitaciones, tres restaurantes, un club de playa, snack bar, piano bar, salón de deportes, teatro, gimnasio, dos albercas, 3 canchas de tenis, centro de deportes de playa, oficina de actividades para la alberca, estacionamiento para empleados, estacionamiento para huéspedes, vivero, planta de tratamiento de agua residual y áreas de servicio.
Pese a que los dueños del hotel aseguran que el Hotel Occidental Grand Cozumel opera actualmente sin causar impactos ambientales o daño ambiental grave al ecosistema sobre el cual se asienta, ni provoca alteraciones en los ecosistemas y sus recursos naturales o en la salud, obstaculizando la existencia, la Semarnat les negó la autorización de impacto ambiental, por lo cual se desconoce cómo se le ha permitido operar desde 2003.
Apenas la semana pasada, la Semarnat también negó la autorización de impacto ambiental del proyecto Al Cielo-Cabañas Xpu-Há, que se encuentra construido desde 1988 pero tramitó la Manifestación de Impacto Ambiental apenas en diciembre de 2015.
El hotel opera desde 1988 con 10 edificios dentro de los que se distribuyen las áreas de recepción, 3 villas, tienda, bodega, cabañas, albercas, un área de espera y dos palapas, una de ellas de las denominadas mezzanine.
Al igual que el Occidental Grand Cozumel, le fue negada la autorización, por lo cual se desconoce cómo es que se le permite seguir operando.