Rocío Villalobos
CANCÚN, Q. Roo
En el marco de la Primera sesión del Comité consultivo nacional de normalización agro-alimentaria, José Calzada Rovirosa, titular de la Sagarpa, dijo que para este 2016 se estaría invirtiendo en la entidad alrededor de 600 millones de pesos, una cifra récord para el apoyo de la producción agroalimentaria.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) dependencia encargada de administrar recursos federales al desarrollo rural, destinó en el 2015 un presupuesto de alrededor de 400 millones de pesos por que al anunciar 200 mdp adicionales significa buenas noticias para el sector.
El funcionario explica que la medida de brindar un mayor apoyo a la entidad es con el fin de apoyar a la modernización de las Organizaciones Sociales del Sector Rural y que para este año se plantearon a nivel municipios y estado buenos proyectos que valen la pena ser impulsados.
Recordó que la Sagarpa les otorga apoyos para que las organizaciones faciliten su operación, y que estas puedan servir de vínculo con los productores del campo. México es el tercer productor de alimentos, reconoce el gobierno estatal de ahí la importancia de impulso al sector agrícola y pesquero.
José Calzada dijo que es importante el impulso de los productores que ayudan al crecimiento del pais.
“El año pasado tuvimos un presupuesto compartido con el señor gobernador en fondos concurrentes, un poco más de 400 millones de pesos. Para este año, con los proyectos que nos han presentado, la mayoría de tecnología y de mecanización, entre otros implementos e insumos, podemos llegar a los 550 o hasta los 600 millones de pesos” dijo.
Comentó que se trata de una cifra bastante positiva, de hecho, que es un récord, ya que, además de los proyectos presentados se incluye acuacultura así como una producción importante en invernadero de habanero y coco, entre otros.
Entre las funciones de la Secretaría se encuentra la de formular, conducir y evaluar la política general de desarrollo rural, a fin de elevar el nivel de vida de las familias que habitan en el campo, en coordinación con las dependencias competentes.