RAFAEL SANTIAGO
GRUPO CANTÓN
CANCÚN.- Pedro Joaquín Coldwell, extitular de la Secretaría de Energía (Sener) en el sexenio de Enrique Peña Nieto, fue partícipe y cómplice de la desaparición de 723millones de dólares con la venta y reparación de la empresa Agro Nitrogenados.
El caso de esta empresa de fertilizantes, es del que se ha filtrado información, pero no el único, ya que se vio envuelto en otros actos de corrupción. Por ahora, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha entregado la documentación detallada a la Fiscalía General de la República (FGR), de los movimientos financieros, las actas y oficios, y le ha solicitado que proceda en consecuencia.
Los otros pendientes que pronto serán noticia, son los oscuros manejos de Fertinal; el caso de Oro Negro, una perforadora de pozos petroleros que denunció que Pedro le pedía moches para darle contratos; y el platillo fuerte, las rondas petroleras, que fueron un gran negocio y cuyo saqueo es de tal magnitud, que no son pocos los que consideran que es una traición a la patria el haber entregado el petróleo de la nación a empresas extranjeras.
Aparte del gran problema que tiene que enfrentar ante la justicia en lo personal, hay que sumarle que su medio hermano, Carlos Joaquín González, actual gobernador de Quintana Roo, está envuelto en el escándalo por el dinero utilizado de Odebrecht en el fraude electoral que lo llevó al triunfo en el 2016.
Los dos están en la mira de la justicia.
PRIMERO PAGAN, DESPUÉS JUSTIFICAS
Sucedió que ya habían comprado Agro Nitrogenados, propiedad de Alonso Ancira, gracias a que Carlos Salinas se la había vendido a un precio ridículo, y se llevó a cabo la reunión del Consejo de Pemex sólo como un simulacro. Había que cumplir con los requisitos y todos disfrutaban de actuar en esa farsa.
Tal como lo demostró la Auditoría Superior de la Federación, Pemex había pagado 442 millones de dólares por compañías que tenían 14 años sin operar y cuando menos, con el 60% de su maquinaria en estado inservible.
Pero entonces los funcionarios actuaron con tal cinismo, que quizá pensaron que nunca se iban a destapar sus corruptelas.
Así que realizaron el ritual para justificar trámites en esa venta de Agro Nitrogenados, y se realizó la reunión el 17 de diciembre del 2013.
En la sesión extraordinaria del Consejo de Administración de Pemex, fue presidida, como actor principal, por Pedro Joaquín Coldwell, titular de la Secretaria de Energía (Sener).
También estuvieron presentes Emilio Lozoya, director de Petróleos Mexicano (Pemex), que fue quien presentó ante el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos el informe sobre la inversión en la planta de fertilizantes; Leonardo Fabio Beltrán Rodríguez, subsecretario de Planeación y Transición Energética de la Secretaría de Energía; Miguel Messmacher Linartas, subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; y José Rogelio Garza Garza, subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía.
En el acta 865 quedó registrado con la firma de estos funcionarios, que la compra sería un buen negocio, pues tendría gran relevancia en términos sociales.
Se abaratarían los costos de los fertilizantes y se ayudaría al campesino para salir de los problemas de producción de alimentos, tan necesarios para el país.
Muchos de ellos se rieron de su propia demagogia y entre chascarrillos, estamparon su firma.
LA MANO DE ODEBRECHT
La empresa chatarra, con 14 años sin operar, no valía ni 50 millones de dólares, pero con gusto autorizaron 475 millones de dólares para comprarla, de los cuales 280 millones de dólares serían para la adquisición de los activos y 195 millones de dólares para su rehabilitación y modernización.
Se realizó el trámite de que la autorizaran también las empresas filiales de Pemex: PMI Norteamérica SA de CV, PMI Holdings BV y PMI Infraestructura de Desarrollo SA de CV. El Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales, como parte de la complicidad, valúo los activos de la empresa en ruinas, en tres mil 800 millones de pesos. Hasta aquí vamos 475 millones de dólares “invertidos”.
Un mes después de realizada la compra de Agro Nitrogenados a Alonso Ancira, dueño también de Altos Hornos de México (AHMSA), otra empresa del estado que le vendió Salinas, éste transfirió más de 3 millones 700 mil dólares a las cuentas de Grangemouth Trading Company, que es una firma offshore de la constructora Odebrecht, desde la que se distribuyeron millones de dólares para sobornar a políticos de los países en los que la empresa brasileña tenía operaciones, entre ellos México.
Con esto se demuestra, que la empresa no solamente hizo el negocio, sino que participó en los enjuagues financieros en los que se distribuía dinero a diputados, senadores, dirigentes de partidos y funcionarios para que dócilmente traicionaran el país rematando sus recursos.
NO ALCANZÓ EL DINERO
Pero si a muchos esta descomunal cifra de 475 millones de pesos les parece mucho, no era lo mismo para Pedro Joquín Coldwell y Emilio Lozoya. Pronto se elevaría la cifra a niveles estratosféricos. Necesitaban dinero, querían más dinero.
Y para elevar los costos a los niveles mencionados, se dijo que la rehabilitación iba a durar 610 días, pero después se modificó el contrato para ampliar el periodo a 943 días, que concluirían en marzo de 2017.
Para empezar, los costos de reparación se elevaron de 195 a 443 millones de dólares, lo que significó un sobrecosto de 197 por ciento.
Con esto el gasto se elevaba el costo de compra y reparación a 723 millones de dólares derrochados en una planta que no ha producido todavía ni un kilo de fertilizante.
Después hicieron remates de varios millones, así que el monto puede ampliarse en varios millones, pero hasta aquí el gasto fuerte.
El colmo es que no sirve y necesita una inversión de otros 400 millones de dólares para echarla a andar.
La planta sigue sin operar y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador evalúa si se le sigue metiendo dinero o de plano se le deja pudrir.
La ASF, encabezada David Colmenares Páramo, es la que emitió una Promoción de Responsabilidad Administrativa para iniciar la cacería de los que realizaron el saqueo.
La Fiscalía ya recibió toda la documentación de estos desvíos y ha sido cauta hasta ahora, pero en breve serán llamados a declarar todos los involucrados en este caso de la venta y reparación de Agro Nitrogenados.
Pedro Joaquín Coldwell se había mostrado siempre dispuesto presentarse ante el llamado de la justicia, pero ahora las cosas van en serio y mejor ha guardado un prudente silencio.
Tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados, devolver parte de los desvíos y/o enfrentar varios años de cárcel.
JOAQUINES EN APUROS
Pedro Joaquín Coldwell es la cabeza de un grupo político poderoso en Quintana Roo, que ahora se encuentra en el ojo del huracán.
Fue gente muy cercana a Peña Nieto y participó en los grandes negocios de su sexenio, sobre todo el que gira alrededor de la Reforma Energética.
Su medio hermano, Carlos Joaquín, se encuentra en la misma situación, fue subsecretario de turismo y el titular de la Unidad de Investigación Financiera (UIF) ha escrito en libros y reiterado en entrevistas, que en las elecciones del 2016, donde resultó electo, hubo dinero sucio de la empresa brasileña Odebrecht. Por lo menos se podrán hacer compañía tras las rejas.
El escándalo de Odebrecht parecía que quedaría impune en México, después de que en toda Latinoamérica provocó la caída de gobierno, el encarcelamiento de presidentes y altos funcionarios.
El expediente había sido resguardado para no darse a conocer en décadas, así lo había aceptado la mal llamada Unidad de Transparencia, pero con la extradición de Emilio Lozoya ha cobrado vigencia.
Joaquín estará en la cresta de la ola porque son varios los casos de corrupción en que estuvo involucrado.
Por ahora es solamente Agro Nitrogenados.