Jocelyn Díaz / Grupo Cantón.
El dúo alemán conectó profundamente con el público en el Teatro de Cancún, a través de un repertorio que combinó clásicos y temas de su nuevo álbum.
Cancún.- La noche de ayer, el Teatro de Cancún se convirtió en el epicentro del gótico sinfónico con la esperada presentación de Lacrimosa, el dúo alemán integrado por Tilo Wolff y Anne Nurmi, quienes ofrecieron un concierto inolvidable como parte de su Lament Tour 2025, ante un público que abarrotó el recinto.
En lo que fue el concierto número 25 de esta gira, Lacrimosa desplegó un intenso y emotivo repertorio que combinó clásicos con temas de su más reciente álbum, Lament. La conexión con el público fue inmediata, y la barrera del idioma desapareció gracias a la fuerza emocional de la música y a la entrega total de los asistentes, que cantaron de principio a fin.
Uno de los momentos más significativos de la noche fue la interpretación de “Durch Nacht und Flut”, tema que desde su lanzamiento ha incluido una estrofa y coros en español especialmente dedicados a México, gesto que ha convertido la canción en un verdadero himno para sus seguidores en este país. El público respondió con una ovación cerrada, reafirmando el profundo vínculo que une a la banda con su audiencia mexicana.
Además, la euforia se desató cuando los presentes pidieron a gritos “Copycat”, una de las canciones más intensas del repertorio, que fue interpretada con la energía característica del grupo. También sonó con fuerza “Lichtgestalt”, otro de los temas más esperados de la noche, junto con varias piezas del nuevo álbum Lament, que fueron recibidas con entusiasmo por una audiencia que conoce y celebra cada etapa musical del dúo.
“Lacrimosa tiene el corazón en México”, expresó un fan al salir del concierto, y no es para menos: desde hace años, el grupo incluye al país en cada una de sus giras y esta es la segunda ocasión que se presentan en Cancún.
Más allá del escenario, su cercanía con el público es otra de sus marcas distintivas: antes de cada presentación, Tilo y Anne ofrecen sesiones de meet & greet, donde conviven con sus seguidores, firman autógrafos y reciben cientos de obsequios como muestra de cariño.
El concierto fue una noche de emociones intensas, entrega absoluta y comunión artística. Lacrimosa volvió a dejar huella en Cancún, confirmando que su música trasciende fronteras y conecta almas.
