JESÚS VÁZQUEZ
GRUPO CANTÓN
CANCÚN. El tramo 5 del Tren Maya se complica cada vez más al gobierno federal. Actualmente un amparo mantiene detenidas las obras de manera provisional, pero se avecinan más recursos contra éste en próximos días.
Así lo dieron a conocer activistas adheridos al movimiento Sélvame del Tren, quienes estuvieron este martes arropados por senadoras del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano en la Ciudad de México para insistir en su oposición al nuevo trazo y advertir que ante la “opacidad” con la que se ha venido construyendo la nueva ruta, se vienen nuevos amparos contra el proyecto.
Gemma Santana, del colectivo Voto por el Clima, vinculada también a Movimiento Ciudadano, aseguró incluso que está próxima la entrada del Ejército mexicano para rellenar con cemento los cenotes y cavernas que se han encontrado en el nuevo trazo del Tren Maya.
Arturo Isla y Pepe Urbina, uno de los que interpuso el amparo contra el tramo 5, afirmaron que lo único que se le pide al gobierno es que muestre los estudios geológicos y de impacto ambiental para evitar un daño irreversible a la naturaleza.
Actualmente, existen tres amparos contra el tramo 5, unos de CEMDA, uno de MOCE YAX CUXTAL y el de los buzos que mantiene detenidas las obras, pero se esperan por lo menos tres más en los próximos días de activistas que se oponen al nuevo trazo del Tren Maya.
Modificaciones al Tramo 5
El primero de los cambios fue cuando AMLO anunció a finales desde 2020 —luego cancelar la licitación en la que BlackRock se presentó como único participante— que el tramo 5 ya no sería financiado por una asociación público-privada, sino que se pagaría enteramente con recursos públicos, para lo cual dicho tramo se dividió en dos segmentos, el norte (Cancún-Playa del Carmen) y el sur (Playa del Carmen-Tulum).
El tramo 5 sur se adjudicó mediante licitación a Grupo México y el 5 norte quedó en manos de la SEDENA, la cual anunció en marzo de 2021 que construiría su parte en un segundo piso al centro de la carretera 307.
El tramo elevado se desechó a finales de 2021, lo cual constituye el segundo cambio a este trazo, antes de la salida de Rogelio Jiménez Pons como director de Fonatur, el cual anunció que además de que se decidió que la vía correría a ras de tierra, también la moverían a un costado de la carretera para correr del lado de las líneas de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad que están paralelas a la autopista 307.
Dicha cancelación de obra es un tercer cambio de trazo, pues en definitiva todo el tramo 5 norte correrá a ras de tierra, ya no al centro ni en un segundo piso de la carretera 307, sino en un nuevo trayecto que extraoficialmente se sabe que se ubicará a siete kilómetros costa adentro, a través de terrenos particulares y tierras ejidales.
El cuarto cambio en la planeación de este tramo dejó fuera del proyecto a Aeropuertos del Sureste (Asur), consorcio con el que desde el inicio de la actual administración se dijo que trabajaban para diseñar la estación que se ubicaría en el Aeropuerto Internacional de Cancún, pero a mediados de 2019, se anunció que ya buscaban otras opciones tanto de ubicación como de diseño.
En el Tramo 4
En junio de 2019 se anunció que el proyecto tendría un recorte de 55 kilómetros, que se verían reflejados en un ahorro de cinco mil 500 millones de pesos. Con el cambio de ruta, el tren iría de Valladolid a Cobá y luego a Tulum, para llegar a Cancún, según anunció el propio Fonatur en un comunicado del 18 de junio de 2019. En pocos meses este cambio se desechó para volver al trazo original que va directo desde Mérida hasta Cancún.
Mérida y Campeche
En septiembre pasado, Fonatur anunció que la vía ya no pasaría por el centro de Campeche para evitar eventuales reubicaciones de viviendas, y amparos por parte de la población, pues hubo protestas e incluso se tomaron las vías del tren para evitar el avance de las obras.
Posteriormente, Fonatur anunció que el tren tampoco llegaría a la zona conocida como La Plancha, en el centro de Mérida, sino que se movía a la zona de Teya.
Tal determinación se realizó a partir de un análisis cuyos resultados arrojaron que para eficientar el tiempo de construcción era necesario modificar la ruta, pues se deben evitar problemáticas en temas de construcción y movilidad al interior de la ciudad.