Agencias
CIUDAD DE MÉXICO
Para el ciudadano común, aquel que no sabe sobre temas de cuenta corriente, inflación, superávits, producto interno bruto, política monetaria, confianza del consumidor, entre otros tantos términos económicos, pero que independientemente tiene y busca un ingreso para alimentarse (bien o mal), la ocupación laboral informal será su única opción. Tan sólo al cierre del año pasado se reportó un nuevo repunte no visto en años.
Mientras se reduce la creación de nuevos puestos en la economía formal, que en este 2016 se espera de 20,000 plazas menos respecto al informe trimestral anterior, acudieron al empleo informal 680,500 individuos más, llegando así a los 30 millones de personas.
Datos del INEGI revelan que 58 de cada 100 trabajadores se encuentran en la informalidad, situándose así como el porcentaje más alto en los últimos ocho trimestres, en términos porcentuales, mientas que en absolutos es la cifra más elevada en una década.
Para dimensionar la magnitud de esta cifra es equivalente a la población total de Perú, Arabia Saudita o Venezuela, o la suma de la población de Paraguay, El Salvador, Dinamarca, Finlandia y Noruega.
