Cancún.- Con el fin de compartir buenas películas con el público, la Casa de la Cultura de Cancún y la Universidad del Caribe, del cuatro al 17 de octubre, exhibirán una selección de filmes de la edición 39 del Foro Internacional de Cine de la Cineteca Nacional.
En el auditorio de la Casa de la Cultura de Cancún, la gente podrá apreciar las cintas “Adam”, “Tarde para morir joven”, “Diamantino”, “La casa lobo”, “Limonada”, “Masacre” y “LXS: chicos salvajes”, dirigidas por afamados cineastas del mundo.
Estas películas, que se mostrarán en dos horarios (seis de la tarde y ocho de la noche) y para las que hay un abono de ciento cincuenta pesos por siete filmes, engloban una visión contemporánea del ser humano, su psicología y su historia desde magia del cine.
En “Adam”, obra de María Sólrún, la historia se sitúa en Berlín, donde un joven, con problemas de audición, enfrenta una decisión de vida o muerte cuando su madre alcohólica es hospitalizada y se le diagnostica un daño cerebral permanente.
“Tarde para morir joven” es una película chilena de 2018, dirigida por Dominga Sotomayor, en cuyo relato se sigue a Sofía, quien se enfrenta a la adolescencia en una comunidad rural de Chile en 1990, justo antes del retorno a la democracia al país.
En “Diamantino”, dirigida por Gabriel Abrantes y Daniel Schmidt, una estrella mundial de fútbol pierde su toque especial y acaba su carrera deshonrado. Buscando un nuevo propósito, el icono internacional empieza una odisea donde se enfrenta al neofascismo.
En “La casa lobo”, una chica que vive en una comunidad alemana, en Chile, escapa, la persigue un lobo y se salva en una casa en el bosque; y en “LXS: chicos salvajes”, varios jóvenes llegan a una isla de vegetación lujuriosa y placeres ocultos, que los transforma.
Una joven rumana se muda a Estados Unidos con su hijo después de casarse con un hombre estadounidense al que apenas conoce en “Limonada”; y “Masacre” posee una estética minimalista que acentúa el constante sentimiento de desconcierto y angustia.
Así, el gobierno encabeza Carlos Joaquín prosigue abriendo más y mejores oportunidades para que la comunidad se enriquezca espiritualmente en contacto con el arte, en un ambiente de cohesión social, donde se borra la violencia.