Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo
El 85% de la población en Quintana Roo consume agua embotellada, lo que representa un exitoso nicho de mercado, debido a que la ciudadanía no confía en la calidad del servicio del agua potable, por el inapropiado manejo adecuado del recurso hídrico, impactando drásticamente en la economía familiar, ya que el costo del botellón oscila entre 25 y 29 pesos.
En sí, México ocupa el segundo lugar a nivel mundial con el mayor consumo de agua envasada, que al año representa 234 litros por personas, según la organización FanMéxico, lo que demuestra la poca confianza en los sistemas operadores que distribuyen el vital líquido a los hogares a través de empresas concesionarias, en el caso de Cancún, Aguakan.
De acuerdo al Químico-Biólogo-Parasitólogo Sergio Cervantes Brito, el agua en Quintana Roo, a pesar de ser tratada se considera un hídrico duro, lo que significa que es alta en minerales disueltos, específicamente calcio y magnesio, y aún cuando no es un riesgo para la salud sí puede provocar ciertas reacciones como caída de cabello, resequedad en la piel y dermatitis en dermis sensibles.
Añadió que, el agua que se distribuye en los hogares puede arrastrar baterías, ya sea por las tuberías, cisternas o tinacos donde se almacena antes de llegar a los grifos, de tal suerte que al consumirla puede provocar algunas enfermedades gastrointestinales.
Sin embargo, dijo que el agua envasada tampoco es 100% confiable, esto debido a que no existe un reglamento real que supervise, regule o limite la cantidad de contaminantes en el agua embotellada, pues lo único que se aplican son medidas de control para que el agua no contenga bacterias y virus que puedan afectar la salud.
Asimismo, detalló que el agua envasada carece de minerales benéficos y más si ésta pasa mucho tiempo almacenada antes de consumirla, por ello es común que se le añadan alguicidas y cloramides para prevenir la formación de algas o bacterias.
Cervantes Brito dijo que al beber el agua embotellada se ingieren más químicos de los que trae el agua que se distribuye en los hogares, toda vez que el plástico en el que se almacena libera partículas toxicas, especialmente cuando se expone al sol.
“El tomar agua embotellada no es sinónimo de calidad y pureza, aquí lo más recomendable es tener un filtro en casa o hervir el agua que sale directamente de la toma, de esta forma se eliminan las bacterias y virus pero se conservan los minerales benéficos”, recomendó.
Agua embotellada es de buena calidad: Cofepris
En Cancún se tiene el registro de 142 plantas purificadoras de agua, de las cuales 82 operan en planta y 60 a través de máquinas tragamonedas, las cuales son verificadas semanalmente para garantizar que el vital líquido que se distribuye en el municipio esté dentro de los parámetros permitidos para el consumo humano, indicó Roswell Ruiz León, de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Refirió que, de acuerdo al programa nacional de verificación y muestreo de agua y hielo, la dependencia debe vigilar que las embotelladoras del hídrico cumplan con las normas de sanidad para proteger la salud de los consumidores, por ello, una brigada de especialistas toma muestras del vital líquido y verifica que la presencia de cloriformes totales, (bacterias que refieren los indicadores de contaminación del agua).
“Previamente al muestreó, el agua se somete a un sistema de purificación en cinco etapas: cloración, carbón activado, filtros de sedimentos, intercambio iónico y luz ultravioleta, los cuales eliminan sustancias tóxicas como arsénico, metales, pesticidas y otros contaminantes”.
Ruiz León señaló que en general, las platas purificadoras y las máquinas tragamonedas que expenden agua, cumplen con los requisitos establecidos por la autoridad sanitaria, en cuanto a los procesos de desinfección, no obstante, las irregularidades más comunes que se encuentran durante la verificación es que no todas cumplen las normas de envasado.
Explicó que, por lo general, las empresas deben de tener el área de llenado completamente aislado para evitar la entrada del aire y el polvo, los cuales puedan contaminar el agua; además, las personas que realizan el envasado tendrán que usar cubre-boca, mallas para cubrir el cabello, estar uniformados, portar guantes y botas especiales.
“Estos requisitos son básicos para el llenado, pero en ocasiones hemos encontrado que no se cumplen, por lo tanto se les suspende el aviso de funcionamiento y quedan fuera de operación, hasta que den cumplimiento a las recomendaciones”.
Reveló que, en lo que va del año se han suspendido a cuatro purificadoras de agua, dos por verificación y dos por muestreo a las cuales se les dio un plazo determinado para subsanar las fallas y poder reiniciar operaciones.
Asimismo, admitió que han tenido denuncias de embotelladoras marca patito pero lamentablemente los reportes generalmente no detallan las ubicaciones de las empresas, sólo indican que operan en asentamientos irregulares y colonias populares, por lo que es difícil dar con esas plantas no autorizadas.