Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo
El uso de fosfatos y otras sustancias químicas en los productos de limpieza se han convertido en las principales fuentes de contaminación de los mantos freáticos, riesgo que se potencializa en ecosistemas frágiles como el de Quintana Roo, ya que su estructura geología es kárstica (caliza), que permite la entrada de sustancias toxicas sin filtro al subsuelo.
Productos, como los detergentes, jabones, suavizantes, desmanchadores y blanqueadores, en la actividad diaria de las casas y en las industrias, representan el 50% de la contaminación de las aguas, por lo que es urgente modificar la Norma Oficial Mexicana (NOM) 001, que regula la toxicidad de las cargas residuales.
Datos de organizaciones ambientales, así como estudios realizados por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), refieren que en los últimos 30 años la concentración de sustancias toxicas en mares y lagos producto de los detergentes se han duplicado hasta en un 30% y algunos de estos químicos son muy volátiles, por lo tanto también son un foco de contaminación atmosférica.
En Quintana Roo, el flujo de sustancias nocivas a los mantos freáticos como el fosfato, representando la tercera causa de contaminación, solo es superado por la agricultura y el alcantarillado, de ahí la importancia de adecuar las NOM 001, la cual no se ha modificado en los últimos 18 años; sin embargo, ya existe una iniciativa del gobierno federal que se encuentra en revisión.
Al respecto, el director ejecutivo de los Amigos de Sian Ka´an, Gonzalo Merendiz Alonso, dijo que ese colectivo también elabora una propuesta entorno a la NOM 001, en donde se incluirá específicamente el parámetro del uso de fosfatos en los productos de limpieza, debido a que en el caso concreto de Quintana Roo, se han convertido en un riesgo latente para los ecosistemas tan frágiles de la entidad por su geología kárstica (caliza).
Explicó que, la condición calcárea del subsuelo en el estado, donde confluyen ríos subterráneos generan porosidad, de tal suerte que contrario a otros ecosistemas del país, los nutrientes que arrastran las aguas residuales no se quedan en la superficie, sino que pasan por la libre acumulando sustancias tóxicas, en este caso el fosfato y al llegar a mantos freático contribuyen a la proliferación de algas, afectado a los arrecifes y a su vez privan a las especies acuáticas del oxígeno en el agua.
Comentó que, ante esa fragilidad, hay un alto riesgo, máxime sí la mayoría de las unidades habitacionales en el estado carecen del servicio de drenaje, por lo tanto el agua contaminada no tiene ningún filtro pasan directamente a las aguas subterráneas afectando la calidad del vital líquido, la cual al tener un exceso de nutrientes se vuelve verdosa, mal olientes y por lógica las especies mueren.
“Los amigos de Sian Ka´an trabajamos en esa iniciativa de reducir en los productos de limpieza el fosfato, pues los estudios que se han realizado en el manto freático de Quintana Roo, han demostrado altos contenidos de esta sustancia y muestra de ello es la Laguna Nichupté, cuya calidad del agua ha disminuido, de ahí nuestro interés de que se obligue a los industriales a comprimir el uso de estas sustancias nocivas”.
Comentó que, es un gran avance el hecho que la Semarnat, ya contemple estas modificaciones que están en análisis, sobre todo por el impacto que implica en los ecosistemas de Quintana Roo, la carga de fosfatos en las aguas residuales.
Por su parte el biólogo Armando Leyva Juárez, detalló que los riesgos de la contaminación por los detergentes y todos los productos de limpieza se incrementaron exponencialmente, pues la alta concentración de químicos y aditivos que tienen sus componentes han mermado la calidad del agua, situación que se recrudece en suelos calizos como el de Quintana Roo.
Mencionó que, los detergentes contienen nitrógeno y fosfato, agentes que actúan modificando la tensión superficial del agua, disminuyendo la fuerza de la adhesión de las partículas (mugre, grasa, manchas), es decir estos aditivos son lo que limpian las áreas lavadas, además estos productos están adicionados con sosa, aditivo que matan los microorganismos que viven en los ríos, lagos y mares, dado que tiene una función natural de degradar o digerir los residuos de los desechos.
Leyva Juárez, añadió que de continuar con esta carga de nutrientes a los mantos freáticos en Quintana Roo, en un periodo no mayor a 30 años, muchos cuerpos de agua se volverán fangosos, mal olientes y terminarán con las especies que ahí cohabitan, caso sobre esta contaminación hay infinidad en todo el país, donde se tiene la mortandad excesiva de criaturas marinas, las cuales recalan a las costas.
Comentó que, es urgente que las autoridades reduzcan o eliminen el uso de estas sustancias tal y como lo hicieron en Europa, tomando como ejemplo a Canadá, quien fue el primer país que prohibió los productos de limpieza que tuvieran 2.2% de fosfato, aunque según estudios ambientales estos debería usar únicamente un 0.5%. Agregó que, la reducción del contenido de fosfato en las aguas residuales dará un respiro a las especies acuáticas y mejorarán la calidad de las aguas y en el caso concreto de Quintana Roo, se protegerán lo arrecifes que ya presenta un deterioro del 50 por ciento, además de rescatar zonas del Sistema Lagunar Nichupté, que están severamente dañadas, prueba de ellos son los malos olores que producen.
