Manuel Baeza / Grupo Cantón
Coordinadores destacan que la demanda continúa gracias a la adaptación del sector y al auge de escenarios naturales alternativos como cenotes y selvas.
Cancún.- El sargazo en las costas de Cancún no ha frenado el turismo de bodas, que continúa siendo un atractivo en las playas de este destino, aunque actualmente y hasta septiembre son los meses considerados bajos para este segmento.
Las parejas, tanto nacionales como extranjeras, siguen eligiendo este lugar para celebrar su unión, demostrando que el alga no es un obstáculo para sus planes.
Este segmento turístico se mantiene sólido, adaptándose a las condiciones naturales con creatividad y nuevas propuestas.
Al respecto, Rosario Hernández, presidenta de la Asociación de Coordinadores Independientes de Bodas y Eventos Profesionales, destacó que lejos de afectar, el sargazo ha generado oportunidades para nuevos proveedores especializados en la limpieza de espacios destinados a bodas.
Esto garantiza que las ceremonias se realicen en condiciones óptimas, manteniendo la experiencia inolvidable que buscan las parejas.
Además, Cancún sigue siendo uno de los destinos favoritos para bodas en la playa, aunque también han ganado popularidad escenarios naturales como selvas y cenotes.
La presencia del sargazo ha permitido diversificar la oferta turística, mostrando al mundo que Cancún es mucho más que un destino de playa.
Rosario Hernández explicó que las bodas en entornos como la selva o cenotes han experimentado un crecimiento notable, posicionando a la región como un lugar versátil para eventos nupciales. Este enfoque ha ayudado a desmitificar la idea de que el sargazo limita las opciones para las parejas.
La temporada de sargazo, que coincide con la de lluvias, no representa un impedimento significativo, ya que los visitantes están conscientes de las condiciones naturales y optan por planes alternativos si es necesario.
A partir de octubre, el turismo de bodas repunta, consolidando a Cancún como un destino líder para este tipo de celebraciones.
