CANCÚN, QROO.- El Tren Maya encontrará su rentabilidad en el boom inmobiliario que se detone en torno a las estaciones férreas. Los dividendos se repartirán de manera democrática a través de la Fibra Maya que se creará para ese fin. Así lo aseguró Rogelio Jiménez Pons, próximo titular de Fonatur, quien agregó que la vía férrea es un proyecto de muy largo aliento.
La visión del proyecto, dijo, es a 100 años, porque su tamaño y dimensión obliga a tener visión de muy largo aliento; “el tren tendrá la posibilidad de detonar nuevas regiones del país, movilizar gente a través de toda una región muy amplia y rica en cultura. Nuestra obligación como planificadores es tener una visión de planeación de muy largo plazo, porque imagínense, si alguien le hubiera pedido a Porfirio Díaz los estudios de mercado y de rentabilidad de la red ferroviaria que se construyó en sus tiempos, simplemente no se hubiera construido nada”.
El esquema de financiamiento permitirá que los rendimientos se dispersen e integren al mayor número posible de inversionistas, pues se permitirán aportaciones en tierra y capital líquido, dijo.
Hasta el momento se han sumado ya desde cadenas hoteleras, hasta ejidatarios y empresas de servicios diversos que quieren participar en todo el proceso de consolidación del tren.
La Fibra Maya que se lanzará en la Bolsa Mexicana de Valores garantizará no sólo la transparencia en el manejo del capital aportado para el proyecto, sino que garantizará rendimientos claros y dinámicos para quienes se conviertan en socios a través de la tierra, el capital o los servicios aportados al proyecto, agregó.
Por Jesús Vázquez/Grupo Cantón
