JESÚS VÁZQUEZ
GRUPO CANTÓN
CANCÚN. En la red social Twitter, Ludovico A. Zamora, abogado criminalista y vocero del colectivo Verdad, Memoria y Justicia, logró documentar la impunidad y negligencia en torno a al menos tres casos de mujeres desaparecidas en Quintana Roo por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE).
El testimonio establece que en los últimos tres meses han ocurrido tres feminicidios cuyas víctimas previamente fueron reportadas como desaparecidas y negligentemente fueron catalogadas bajo la ‘modalidad’ de “No localizadas” por la FGE.
El caso más reciente es del 28 de septiembre de 2021, cuando por casualidad fue encontrada en Felipe Carrilo Puerto, P.A.F.G., víctima de feminicidio.
La información del caso refiere que Perla fue el vigésimo octavo feminicidio del año en Quintana Roo. Su cuerpo fue hallado, cerca de la medianoche; la mujer estaba desaparecida y era buscada por sus familiares desde hacía varios días.
Perla fue reportada como desaparecida luego de viajar de Playa del Carmen hacia Polyuc, al poniente del estado. Los restos de la infortunada presentaban cuatro balazos en la cabeza y se hallaron de casualidad cuando un conductor se detuvo a hacer sus necesidades fisiológicas a ocho kilómetros de la Zona Maya, en el tramo de Felipe Carillo Puerto a Tulum.
El cadáver estaba en una brecha de la carretera federal 307 y sus tatuajes estaban a la vista; el automovilista llamó a las autoridades para reportar el macabro hallazgo. Las autoridades arribaron para realizar las respectivas indagaciones e identificación de los restos, que se logró por una credencial del INE de la infortunada.
Perla salió de su casa el sábado 25 de septiembre y ya no regresó, llevaba puesto un short de mezclilla, camisa blanca y tenía varios tatuajes en el brazo, un tigre en la pierna y otro en la espalda con forma de la Santa Muerte en color negro, de acuerdo con sus familiares. Pese a la búsqueda frenéticas de las autoridades, la Fiscalía General de Justicia activó Protocolo ALBA para su localización, apenas unas horas antes de que la encontraran fallecida.
Ludovico A. Zamora refiere que junto a Perla los otros dos casos de víctimas de feminicidio fueron catalogadas bajo la ‘modalidad’ de “No localizadas”, es decir, que no se presumió el delito por parte de la FGE-Quintana Roo y de la misma forma, fueron encontradas por casualidad por particulares.
En los 3 casos a pesar de que el Protocolo Homologado de Búsqueda establece que hay presunción del delito cuando la persona sea mujer, la FGE-Quintana Roo presumió que no lo había y por tanto no llevó a cabo acciones de búsqueda individualizada, añade el activista.
“He señalado con anterioridad que la FGE Quintana Roo tiene deficiente gestión de las fichas de búsqueda que emite, desafortunadamente esa negligencia constituye una violación grave a los derechos de las víctimas”, añade Ludovico.
Caso Lucely
El 25 de agosto de 2021 desapareció la chica de nombre L. J. U. C., lo cual fue denunciado el 27 de agosto a las 36 horas del último contacto. En la ficha la FGE se le impuso la ‘modalidad’ de “No localizada”, estableciendo arbitrariamente la presunción de “No delito”.
Lucely fue víctima de feminicidio; su cuerpo sin vida fue localizado el 30 de agosto a 5 días de su desaparición en una localidad de Playa del Carmen, Quintana Roo, su victimario fue detenido por la FGE-Quintana Roo, sin embargo, el cuerpo fue encontrado “por casualidad”, gracias a un reporte que se recibió al 911, es decir que su localización no se debió a acciones de búsqueda inmediata o individualizada que se hayan realizado por parte de las autoridades ministeriales.
Otro caso muy similar es el de R.B.R., quien desapareció el 12 de junio de este año, pero se denunció su desaparición el 15 de junio, es decir, a 72 horas del último contacto. De nueva cuenta en la ficha la FGE le impuso la ‘modalidad’ de “No localizada”, estableciendo arbitrariamente la presunción de “No delito”.
Esta mujer, de origen extranjero, fue hallada flotando en el mar cerca de Cabo Catoche, mes y medio después de su desaparición y de acuerdo con la información oficial de la FGE-Quintana Roo, su victimario fue vinculado a proceso por el delito de desaparición forzada.
Ludovico A. Zamora refiere además, aunque en Quintana Roo existe una Comisión de Búsqueda, ésta no funciona ya que actualmente se encuentra rebasada para cumplir operativamente con sus responsabilidades por la falta de personal especializado en Búsqueda e Identificación Forense.
“Además de no realizar acciones de búsqueda por cada caso de desaparición como es su obligación, se abstiene de señalar las deficiencias y negligencias operativas de la FGE-Quintana Roo, a pesar de estar a la vista”, añade Ludovico.
La negligencia de los
términos
El abogado explica además con toda claridad que existe una diferencia entre una persona “Desaparecida” y una “No Localizada” en función de la Presunción del Delito a partir de la información que aporta el que denuncia, sin embargo, muchas veces el denunciante desconoce totalmente las circunstancias de los hechos.
El activista explica que las Comisiones Locales que aprobaron el Protocolo Homologación de Búsqueda consideraron que esa distinción no responde a la crisis de desaparición de personas en México, ni es la que mejor protege a la persona cuya integridad o vida podrían estar en peligro.
En esa aprobación participó la Comisión Búsqueda Quintana Roo, y a pesar de la manifestación hecha para no dejar desprotegidas a las víctimas directas, a partir del mes de marzo de 2021 toda desaparición de mujeres que ocurre en Quintana Roo es distinguida bajo la ‘modalidad’ de “No localizada”.
Lo mismo pasa con las desapariciones de niñas, niños y adolescentes, las fichas de Alerta AMBER en Quintana Roo, pues a partir de marzo de este año todas son etiquetadas arbitrariamente bajo la ‘modalidad’ de “No localizados”, aún y cuando ese protocolo establece claramente los supuestos de riesgo inminente.
La negligencia es clara: en los casos de los #Feminicidios de L. J. U. C. y R.B.R., hay negligencia de la FGE-QuintanaRoo y la Comisión de Búsqueda-Q. Roo, ya que por un lado, al etiquetar ambas desapariciones como “No localizadas” y al no haber Presunción del Delito, no se llevaron a cabo acciones que eran obligatorias, aseguró Ludovico.