Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo.
Prometen ganancias millonarias con una mínima aportación; son las cadenas de inversión anteriormente conocidas como pirámides y ahora resurgen bajo los nombres de Atrapa Sueños, La Flor de la Abundancia o Eslabones de la Riqueza, pero en realidad se trata de una estafa que además deja endeudado a quienes forman parte de la cuota del carrusel.
Este esquema de multiplicar rendimientos de una forma rápida, es una apuesta riesgosa que no se rige bajo ninguna ley, tampoco hay un reglamento establecido y menos aún está respaldada por una institución financiera, su única base es la confianza y la buena fe en quien encabeza la cadena, por ello generalmente se buscan familiares, vecinos o compañeros de trabajo, pero al final el eslabón se pierde al grado de que el resto de los integrantes jamás interactuaron.
Actualmente esta práctica ha cobrado popularidad en Quintana Roo, por lo que es común que a través del uso de las redes sociales y la mensajería instantánea como WhatsApp lleguen invitaciones para participar en una gran oportunidad de negocio, en el cual solo se requiere una pequeña aportación y las ganancias fluirán a caudales; sin embargo, lo que no detallan es como se genera el dinero que van a ganar.
El asesor financiero Rafael del Moral González, explicó que todos estos esquemas tienen una base piramidal; es decir, se trata de invitar participantes a un supuesto negoción de inversión, quienes tendrán que aportar dinero bajo la promesa de multiplicarla si afilian a más personas a la red, no obstante el objetivo es que los nuevos integrantes produzcan los beneficios de los administradores de la cadena, de modo que los únicos que se benefician son aquellos que logran llegar al primer escalón, el resto pierde el dinero.
“Esta es una modalidad de fraude, en donde se requiere que el número de participantes sea mayor a quien conformó la cadena, pero la probabilidad de lograrlo es mínima, ya que cada vez es más difícil cumplir con los niveles que requiere la pirámide; es decir, este esquema funciona mientras se enganchen a más personas, por lo tanto, quienes se encuentran en el primer escalón no vuelven a ver la inversión”.
Añadió que, las pirámides son una de tantas modalidades de estafa, la cuales fueron muy populares en los 90´s, en donde hubo personas que prácticamente lo perdieron todo e incluso hay casos de administradores que fueron a parar a la cárcel al ser demandados por quienes al ver que no recibieron el dinero prometido actuaron jurídicamente, “ahora resurgieron bajo el nombre de Atrapa Sueños, La Flor de la Abundancia o Eslabones de la Riqueza, pero funcionan exactamente igual”.
Rafael del Moral, alertó a la ciudadanía a no dejarse envolver por estos negocios que ofrecen dinero rápido, sin ningún contrato de por medio o sin el respaldo de una institución bancaria, pues sin duda alguna se trata de un timo, lo cual pone en riesgo las finanzas personales.
Por su parte el economista Francisco Armand Pimentel, aseguró que todo esquema de ahorro o inversión no bancario representa un riesgo, en virtud de que no hay ningún sistema de control, ni una garantía de que la aportación realmente dará los rendimientos prometidos, de ahí la importancia de analizar a detalle todas las propuestas en las que se promete mucho a cambio de nada.
Mencionó que, desafortunadamente ante las necesidades de la población generadas por los problemas económicos del país, hay personas que se aprovechan de esa falta de liquidez elaborando sistema en el que únicamente ellos se benefician como administradores de esos mecanismo de inversión, poniendo en riesgo la estabilidad financiera de quienes deciden aportar y como no hay nadie que los respalde, no se puede actuar jurídicamente.
Así funciona el fraude
1 Una persona arma un grupo, quien será el centro del Atrapa Sueños, el centro de la Flor de la Abundancia o el administrador del Eslabón de la Riqueza, quien definirá el monto de la inversión en este caso unos 24 mil pesos.
2 Esta persona consigue 2 más que “la apoyen” a difundir el esquema de inversión, ellos promocionarán a través de mensajes por WhatsApp, redes sociales, llamadas telefónicas, reuniones con amigos y pláticas casuales en el trabajo o la familia a fin de convencer gente para que entren.
3 Cada una de esas 2 personas deben conseguir que otras 2 entren para “reclutar” a quienes van a dar el dinero (en total en este nivel ya hay 7 personas : el centro, las 2 “apoyadoras” y las 4 que van a reclutar ).
4 Cada uno de los reclutadores tiene la obligación de conseguir 2 incautos que les den 3,000 pesos (4 x 2=8; 8 x 3,000 =24,000 pesos).
5 Una vez que se consiguen esa suma se la depositan a la persona que formó el grupo, la persona del centro se salen y forman otro grupo con su centro; las 2 personas que estaban “apoyando” a difundir la flor, los apoyadores les consiguen personas que metan más dinero y así sucesivamente, sin embargo cuando la cadena se hace insostenible debido a que no hay recursos para pagar, quienes administran el dinero salen huyendo.
Los afectados
Rocío López Acuña, es profesora de español en una escuela privada y jamás imaginó que perdería sus ahorros en un “supuesto negocio” al que fue invitada por su mejor amiga – Cristina Lemus Girón-, cuya amistad perdió al exigir que respondiera por las inversión que hizo y que jamás recuperó.
Explicó que, todo comenzó con un mensaje por WatsApp que le envió Lemus Girón, en donde le decía que tenía un negocio que proponerle, cuya inversión era mínima y obtendría ganancias de inmediato a lo cual le respondió que no le interesaba, pero la insistencia de su amiga fue tal que decidió asistir a una reunión de información de ese esquema de financiamiento.
“Era una casa particular ubicada en Santa Fe, cuya propietaria es Francisca Martínez Alvarado, había un promedio de 20 personas, nos proyectaron un video de un programa de inversión llamado La Flor de la Abundancia, había testimonio de personas que habían multiplicado su inversión, por lo que me dio confianza y decidí entrarle, pues solo se trataba de invitar más personas para obtener ganancias”.
La inversión era de 15 mil pesos y conforme avanzará de nivel se me duplicaría el dinero; sin embargo, a pesar de que logré que ingresaran diez personas, jamás recibí ninguna ganancia, al contrario salí perdiendo, pues ahora tengo que responder por esas personas que integré a la cadena y la administradora del grupo huyó de Cancún.
Asimismo, Luis Alberto Cortez Medina, chofer de un camión repartidor de refresco, perdió diez mil pesos por haber invertido en un negocio llamado Atrapa Sueños, lo invitó una amiga de nombre Carolina Lizet Acosta Peralta, quien vive en la Región 200´s, “yo jugaba tandas con ella, pero jamás me quedó mal, por eso cuando me dijo que había un negocio, que era similar a una tanda, pero que duplicaría mi dinero, no dude en entrarle”.
No obstante, el negocio se convirtió en una pesadilla, pues para recuperar su dinero tenía que invitar más personas a la cadena de inversión, “en total metí a 12 personas y hasta la fecha no he recibido ningún ganancia, ni las personas que yo invité, ahora ellos me amenazan con denunciarme por fraude y la administradora, se fue de Cancún.
Otro caso más, es el de Liliana Aguayo Ocampo, quien es mesera en la Zona Hotelera, ella perdió cinco mil pesos por entrarle a una especie de tanda llamada Eslabones de la Riqueza, “me invitó una compañera de trabajo que se llama Nancy Sánchez Tránsito, me explicó que lo único que tenía que hacer es invitar cinco personas más a la cadena y estas otras cinco y así sucesivamente, lo cual no se me hizo difícil, pues en dos semanas cumplí la meta, pero ya llevó más de tres meses ingresando personas y no he recibido ningún peso, por lo que hemos decidido demandar a quien administra la red.