Jazmín Ramos / Grupo Cantón
“Esto se debe a que el ICC refleja el optimismo o pesimismo que tienen los consumidores sobre la situación económica actual”
Cancun,-La confianza del consumidor en Estados Unidos, principal mercado emisor de viajeros del Caribe Mexicano, sigue en caída, registrando su peor comportamiento desde el 2011, lo que mantiene en alerta al sector turístico respecto al impacto que tendrá para la temporada de verano, que el año pasado tuvo una mala racha por factores como la falta de asientos de avión y las Olimpiadas en Francia.
Datos difundidos por el Centro de Investigación Avanzada en Turismo Sostenible (STARC) de la Universidad Anáhuac Cancún, refieren que en los últimos cinco meses el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) en EU registra un impacto negativo ante incertidumbre de la actual política arancelaria, de ahí que se deba estar atento sobre la influencia que tendrá en el sector turismo.
Esto se debe a que el ICC refleja el optimismo o pesimismo que tienen los consumidores sobre la situación económica actual y futura que se tiene del país, que obliga a sus ciudadanos a ser mesurados en sus gastos, postergando los créditos y los viajes.
Ante ello, el sector turismo del Caribe Mexicano ha reforzado sus acciones de promoción en la Unión Americana para seguir incentivando los viajes.
De hecho, el titular del ramo, Bernardo Cuento Riestra, aseguró que ante el actual panorama económico mundial se mantendrán vigentes en la difusión de los destinos en el país vecino.
También los hoteleros, entre ellos el presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya, Tony Chaves Palomo, aseguraron que intensificarán la promoción e irán por los mercados que se están alejando naturalmente de EE. UU. para mantener el equilibrio en la ocupación.
Sin embargo, la información difundida por STARC muestra que hay pesimismo sobre el ICC relacionado con las expectativas de corto plazo, pues en marzo registró un decremento del 54. 4 por ciento, muy por debajo del umbral de los 80 puntos que suelen anticipar la recesión, lo que podría complicar el flujo de viajeros en verano.
