CANCÚN, Q. Roo.- El obispo de la Prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, envió un “grito desesperado” a las autoridades estatales para frenar la ola de violencia que azota Cancún, así como a la propia ciudadanía para que presionen por resultados inmediatos.
“Un rechazo total de todos esos eventos, pero también una súplica, y un grito casi casi desesperado de clemencia, de atención y conciencia para que este destino mantenga este crecimiento”, dijo.
El prelado señaló que en primer lugar el llamado va dirigido a los propios responsables de los actos de violencia que se han registrado en los últimos meses en Cancún, pues están poniendo en riesgo el sustento y el trabajo de tantas familias que viven y se ganan honestamente el pan de cada día.
Pero en segundo lugar, mencionó que ese llamado va dirigido a las autoridades, pues llegó el momento de decir un “ya basta” a todos los actos de corrupción e impunidad que se han vivido en Quintana Roo durante años, ante lo cual hay una gran responsabilidad de las actuales autoridades para erradicarlas.
“No se puede seguir así, no podemos resignarnos a vivir en un sistema corrupto e impune, porque ya basta, ¿no? Es terrible, espantoso e increíble, y nosotros seguimos rezando para que haya una reacción de las autoridades”, indicó Elizondo Cárdenas.
El obispo comentó que son los propios ciudadanos los que también deben reaccionar y exigir a las autoridades los resultados que todos esperan de ellas, pues hay casos en los que la presión social ha logrado frenar abusos como el de la destrucción de la ciclopista.
“La misión nos toca a todos, de mantener el bienestar, el paraíso que nos dio el Señor. Somos responsables de cuidarlo, de que no se degenere, que no se destruya”, finalizó. (Jesús Vázquez / QUINTANA ROO HOY)