Redacción
CANCÚN, Q. Roo
En el conocimiento científico hay que mantener un balance entre la ciencia, la filosofía y la práctica de la vida real, sugirió Ezequiel Di Paolo, conferencista en el XV Congreso ALife que organiza la Sociedad Internacional de Vida Artificial, del 4 al 8 de julio en esta ciudad.
El investigador en Inkerbasque, la Fundación Vasca para la Ciencia, añadió que para llegar a los resultados más deseados se debe experimentar en laboratorio y no dejarlo de hacer hasta estar seguro de que sus consecuencias no serán nocivas y solo entonces sacar ese conocimiento práctico a la sociedad.
En entrevista, el especialista citó como ejemplo que para construir un robot se debe tener en cuenta la compatibilidad con su entorno, el cual es siempre cambiante y de esa forma debe reaccionar el aparato construido.
Pero además, quien lo construye debe tener en cuenta que ese entorno va a ser transformado por el robot, y debe reaccionar a esa variabilidad.
En ello entra la inteligencia artificial, para que en la construcción del control central del robot se tomen en cuenta todas las variables, es decir, su cerebro, cuerpo y entorno, todos deben estar interrelacionarnos y en evolución.
Di Paolo dijo que con sus estudios, en los que entrecruza diferentes disciplinas, lo que busca es esclarecer y hacer entendibles, incluso para los propios científicos, que está interactividad y el mismo proceso social del investigador, influyen en el conocimiento y sus resultados prácticos.