Jesús Vázquez
CANCÚN, Q. Roo
La depreciación del peso frente al dólar anticipa una contracción en el volumen de turismo nacional que recibirá este año Cancún y la Riviera Maya durante Semana Santa. Los mejores pronósticos hablan sólo de un recorte en la estancia promedio de los connacionales, pero otras voces anticipan un decrecimiento de más de 5 puntos respecto al año pasado.
Carlos Gosselin Maurel, dirigente de la Asociación de Hoteles de Cancún reconoció en entrevista que mientras en 2015 hubo fines de semana entre febrero y marzo que alcanzaron picos de 95%, para este año difícilmente se igualarán esas marcas y la previsión es lograr una ocupación promedio de 87% con picos de 90 ó 92%.
Dijo que a reserva de hacer números una vez que concluya la Semana Santa, el efecto más palpable será la reducción de las estancias promedio de visitantes; es decir, si en 2015 los paquetes vacacionales eran de máximo 7 noches, para este año el turismo nacional está reservando entre 3 y 5 noches en promedio.
La causa es muy simple: las tarifas hoteleras se tasan en dólares y la moneda americana ha incrementado su valor respecto del peso mexicano en 40%.
Durante la Semana Santa de 2015 en que el dólar rondaba los 13.50 pesos, el precio promedio por noche para el turista mexicano en un hotel de cuatro estrellas rondaba los 200 dólares ó 2,700 pesos. Un año después, en que el billete verde se cotiza en 18 pesos, la misma tarifa de 200 dólares se dispara hasta los 3,600 pesos.
La política de los hoteleros ante esta situación ha sido muy clara: “no vamos a sacrificar las tarifas, porque después es muy difícil poder recuperarlas”, aseguró Gosselin Maurel en entrevista. Es decir, ni ante una depreciación de más del 40% de la moneda nacional los hoteleros están dispuestos a abaratar el destino para evitar perder turismo.
En cambio proponen ofrecer un plus al viajero nacional que compense el sobreprecio que está pagando por una habitación. “Incluir por el mismo costo algún tour a Xcaret o Chichén Itzá, una noche adicional o algún otro incentivo que agregue valor adicional al paquete vacacional.
Los prestadores de servicios están adoptando una política distinta, diferenciando las tarifas que aplican al turista nacional, respecto del viajero internacional. Mientras que a los viajeros foráneos les mantienen un tarifario en dólares, al connacional le aplican un tipo de cambio de 13.50 pesos por cada billete verde, con el objetivo de no hacer muy oneroso para ellos el pago de los servicios y diversiones complementarias a la hotelería.
Algunos otros como Xcaret están ofreciendo descuentos de 10% sobre su tarifa establecida, mientras que el sector restaurantero ha evitado incrementar sus tarifas en la misma proporción en que ha incrementado su valor el dólar frente al peso.
Ricardo Mulheiro, dirigente de los Asociados Náuticos de Cancún, dijo en entrevista que aunque las previsiones sí son menores que en otros años, el hecho de que este año la Semana Santa se empalme con la temporada de Spring Break ayudará a paliar la contracción de turismo nacional, por lo que el destino se mantendrá en una muy saludable ocupación promedio de 90%, que ya quisieran otros destinos del país.
Julián Balbuena, director general de BestDay, la agencia de viajes on line más grande de México, dijo que al menos para esta firma la temporada pinta mejor que el año pasado, pues anticipan un incremento de dos dígitos en venta de paquetes vacacionales, que es una tendencia acorde al crecimiento general que ha tenido la empresa en los últimos 3 años.
El directivo dijo que si bien la temporada pinta muy bien, se ha incurrido en excesos por parte de quienes han asegurado que este año Cancún recibirá más de 70,000 springbreakers, pues cuando mucho el destino recibirá menos de 35,000.
