CANCÚN.- Desde 2015, la consultora internacional Álvarez & Marsal, radicada en Nueva York, alertó sobre el envejecimiento de Cancún como Centro Integralmente Planeado (CIP).
Un análisis de la firma expone que Cancún dejó de venderse por la belleza de sus playas o por su mar color turquesa y se convirtió en un destino commodity, “un producto que se consume de manera fría”, sin diferenciación cualitativa respecto de otros destinos que venden lo mismo, ya sea Bahamas, Jamaica o República Dominicana.
Ilan Marcoschamer, director de Hospitalidad de Álvarez & Marsal, expuso entonces que las grandes fortalezas que mantienen a Cancún y a la Riviera Maya como las marcas más importantes de la región Caribe son precisamente las que están llevando al destino a un estancamiento en derrama económica y diversificación. En pocas palabras, la masificación y el abaratamiento.
Los grandes volúmenes de turismo que atraen ambos destinos en su conjunto –8 millones de turistas extranjeros anualmente– son los más importantes de toda la región Caribe (Punta Cana, Jamaica, Barbados) e incluso superan a destinos con oferta turística similar de otras latitudes como la Costa Azul francesa o Bali en Indonesia, dijo.
Por Jesús Vázquez/GRUPO CANTÓN
