Jesús Vázquez
CANCÚN, Q. Roo
Las aguas territoriales de Quintana Roo están contempladas dentro de los siete proyectos de prospección autorizados por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), para co
nfirmar o descartar la existencia de nuevos yacimientos petrolíferos en el contexto de la reforma energética recién aprobada, que permitirá a nuevos competidores explotar la riqueza petrolera de México.
La firma TGS AP Investments AS desarrolla desde principios de año el proyecto denominado “Prospección Multihaz en el Golfo de México y el Este de Yucatán, en aguas territoriales de México”.
El proyecto se extiende sobre un área de 600 mil kilómetros cuadrados, en la zona conocida como Golfo de México y mar Caribe, dentro de las que están comprendidas las aguas territoriales de Quintana Roo, Yucatán, Campeche, además de Veracruz, Tabasco y Tamaulipas.
Éste no incluye ninguna actividad de construcción ya que no se requieren obras civiles, ni se requerirá la edificación de plataformas marinas o de puertos, ya que se utilizarán ciudades con infraestructura portuaria existente y suficiente para el abastecimiento de los buques y la rotación de la tripulación.
Áreas naturales comprometidas
En el área de estudio de prospección, la empresa reconoce que se encuentran 33 Áreas Naturales Protegidas (ANP) de nivel federal, estatal o local.
Como medida preventiva para evitar cualquier tipo de alteración en estas áreas, los buques se mantendrán a una distancia mínima de 7 kilómetros de cada polígono para las áreas marinas y aproximadamente 15 kilómetros para las terrestres.
Al menos 18 de las 33 ANP que hay en la zona de estudio se encuentran en territorio quintanarroense, por lo que es previsible que en caso de que se encontrasen potenciales yacimientos petroleros en sus cercanías, la conservación de estas zonas protegidas pudiera verse comprometida.
La MIA de TGS Investments no anticipa escenarios en los que alguna de estas ANP pudieran verse comprometidas por el establecimiento de estaciones petroleras, aunque de manera obvia se infieren riesgos importantes aun y cuando los yacimientos se encuentren alejados de las áreas protegidas, pues la actividad de transportación implicaría el constante movimiento de buques, riesgo de derrames y un sinfín de contratiempos que amenazarían seriamente la continuidad de hábitats naturales enteros en todo el Caribe y el Golfo de México.
Los buques se mantendrán a una distancia mínima de 7 kilómetros de cada polígono para las áreas marinas y aproximadamente 15 kilómetros para las terrestres
Van por escudo ambiental
La creación del Área Natural Protegida del Caribe Mexicano no tiene como objetivo cancelar la posibilidad de nuevas inversiones hoteleras en la costa, su principal motivación es cerrar la puerta a eventuales perforaciones petroleras en la zona, aseguró José Luis Funes Izaguirre, delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Recordó que la reforma energética abrió la posibilidad de que empresas privadas lleven a cabo exploración y explotación de hidrocarburos en aguas territoriales mexicanas, y que incluso ya ha habido prospecciones de empresas noruegas que incluyen al Caribe mexicano como potencial zona de explotación de hidrocarburos.
“Una eventual perforación en la zona pondría en grave riesgo la barrera arrecifal mesoamericana, por lo cual más de 90% de la zona de protección propuesta en la iniciativa de creación del ANP del Caribe mexicano se encuentra dentro del mar, explicó”.
Adelantó que pese a la oposición de hoteleros y otros sectores, la iniciativa seguirá adelante, aunque se tomarán en cuenta todas las voces y todas las opiniones al respecto.
Aseguró que la iniciativa podría modificarse en puntos clave como la superficie que la conforma (reducir las más de 5 millones de hectáreas), así como modificar la figura mediante la cual se crearía, es decir, de Reserva de la Biosfera podría pasar a Área de Protección de Flora y Fauna.
También podrían modificarse las zonas núcleo que se proponen, aquellas zonas dentro de la nueva ANP
que no admitirían afectación ya sea por infraestructura turística o urbana, pues también hay señalamientos del sector empresarial y académico para modificar estos aspectos de la propuesta.
Lo que es un hecho, insistió, es que el mayor grado de influencia de esta nueva ANP se mantendrá en el mar, con especial atención en el arrecife mesoamericano, del cual una gran parte se encuentra en aguas territoriales mexicanas frente al estado de Quintana Roo.
