Jesús Vázquez
CANCÚN, Q. Roo
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) en Quintana Roo ha documentado en lo que va del año el fraude a 25 personas que fueron víctimas de robo de identidad, con un monto en pérdidas del orden de los 700 mil pesos.
La cifra es alarmante, puesto que supera en más de 600% en índice de este tipo de delitos registrados en 2015, año en el que apenas se registraron 4 casos.
Tan sólo hasta mayo pasado, la delegación de la Condusef en Quintana Roo tenía el registro de 20 casos con un monto desfalcado de 500,000 pesos, en los últimos dos meses se han dado cinco casos más; es decir, más casos que durante todo lo registrado el año pasado.
El subdelegado de Condusef en Quintana Roo, Alberto Guedea Rincón Gallardo reveló que a nivel nacional la cifra es del orden de los 3,072 casos, por un monto desfalcado de 72 millones 264,732 pesos.
Entre las principales causas que están documentadas se encuentra el robo o extravío de la tarjeta, clonación de la banda magnética, compras remotas o ventas por teléfono o internet, transferencias electrónicas no reconocidas y el robo de identidad mediante engaño como phishing.
PHISHING
La Condusef ha alertado ya anteriormente a nivel nacional sobre la difusión de diversos fraudes a través de correos electrónicos que solicitan datos personales para “ayudar” a las “víctimas” a ser dadas de baja del buró de crédito. Este intento de fraude, conocido como “phishing”, busca obtener recursos monetarios e información personal a través del engaño.
Rincón Gallardo dijo que la Condusef hace llamados permanentes y campañas de información respecto de los riesgos y las formas de evitar engaños por parte de delincuentes cibernéticos que mediante falsos correos electrónicos pretenden apoderarse de datos personales, a través del esquema conocido como “phishing”.
El funcionario dijo que desde enero de este año la dependencia a nivel federal emitió una alerta en la que se advierte textual: “este tipo de mensajes por correo electrónico contienen ligas que llevan a sitios de internet falsos, donde solicitan datos personales tales como nombre, domicilio, contraseñas, Número de Identificación Personal (NIP), número de cuenta bancaria de tarjetas de crédito, débito, etc., para posteriormente cometer fraude con sus cuentas bancarias.
“Al respecto, cabe precisar que ninguna entidad financiera, ni el Buró de Crédito, así como Visa o Mastercard solicitan datos personales a sus clientes o verificación de sus cuentas, mediante correo electrónico”.
En el caso del buró de crédito, este organismo no solicita datos personales a través de correos electrónicos ni muchos menos tiene intermediarios para que los deudores puedan pagar sus deudas o para ser borrados del propio buró. Todas aquellas “empresas” o personas que solicitan dinero para gestionar trámites o bajas antes el buró de crédito no son lícitas y persiguen un fin ilegal detrás de sus servicios, aseguró.
Rincón Gallardo dijo que la Condusef recomienda a aquellas personas que ya fueron víctimas de este tipo de fraudes, presentar la reclamación ante esa dependencia, bloquear inmediatamente el buró de crédito e iniciar la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público.
También se debe llamar a aquellas instituciones financieras o establecimientos comerciales en los que se tienen cuentas para informar de la situación y evitar mayores daños.
Rincón Gallardo dijo que Cancún no destaca a nivel nacional por número de casos de robo de identidad, pero no se debe bajar la guardia, pero muchos casos no se denuncian o simplemente la gente no se da cuenta hasta mucho tiempo después, cuando le comienzan a cobrar un crédito que alguien más solicitó a su nombre.
¿Qué es el robo de identidad?
Es la apropiación de la identidad de una persona: hacerse pasar por esa persona, asumir su identidad ante otras personas en público o en privado, en general para acceder a ciertos recursos o la obtención de créditos y otros beneficios en nombre de esa persona.
El robo de identidad también es utilizado con el fin de perjudicar a una persona, es decir, difamarlo o manchar su nombre con diversos fines que el criminal busque.
El caso más común hoy en día se da cuando un atacante, por medios informáticos o personales, obtiene su información personal y la utiliza ilegalmente.
Es el delito de más rápido crecimiento en el mundo. Hasta no hace mucho tiempo, cuando un ladrón robaba la billetera o porta documentos, el dinero era lo único que pretendía. Con el tiempo, los datos de los documentos de identidad como, por ejemplo, la tarjeta de crédito, la tarjeta de débito, los cheques y cualquier otro documento que contenga los datos personales se han vuelto muy importantes.
