Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo
Los albañiles uno de los sectores más desprotegidos de la Población Económicamente Activa (PEA), celebró el 3 de mayo el Día de la Santa Cruz, quienes acostumbran colocar en lo alto de las fachadas de las obras, una cruz de madera adornada con flores, papel de china e imágenes religiosas, la cual debe ser bendecida por un sacerdote.
Esta conmemoración que tiene su origen de acuerdo a escritos antiguos en el año 292, cuando Santa Elena, encontró la cruz donde murió Cristo y en México, los albañiles utilizan esta fecha para dar gracias a Dios por el trabajo recibido, sin embargo, tienen muy poco que festejar, ya que el 74% de quienes laboran como alarifes perciben bajos salarios y no cuentan con prestaciones sociales.
La celebración tradicional para los albañiles, generalmente se realiza en las obras, en donde la comida y las bebidas, la ofrece el dueño de la construcción, en algunos casos se trabaja sólo medio día para dar inicio al festejo e incluso hay patrones que dan el día libre a los trabajadores.
Cabe indicar que, más allá del festejo de Día de la Santa Cruz, los trabajadores de la industria de la construcción, enfrentan un entorno laboral desfavorable, pues sus ingresos no superan los tres salarios mínimos y carecen de prestaciones sociales, además suelen laborar sin el equipo de protección. Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), refieren que nueve de cada diez alarifes no cuentan con servicios del sector salud, derechos a la vivienda y los beneficios establecidos en la Ley Federal del Trabajo (LFT).
En el caso de Quintana Roo, según estadísticas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, (STPS), existe un promedio de 180 mil trabajadores de la construcción, quienes comúnmente laboran sin un Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), que garantice las prestaciones de ley.
A pesar de que este sector, ha sido pieza clave para el desarrollo, ya que fueron ellos los que se encargaron de la construcción de los hoteles, centros comerciales y área habitacionales, tiene una baja calidad de vida, aunado a los abusos laborales a los que se enfrentan en cada obra.
