CANCÚN, Q. Roo.- Dos mujeres fueron víctimas de delitos graves, en dos distintos casos detectados de manera consecutiva, una de estas sufrió un secuestro y logró escapar, mientras la otra reportó haber sido violada por varios sujetos con quienes consumió bebidas embriagantes.
En el caso de secuestro, la agraviada, de aproximadamente 30 años, permaneció en cautiverio en un domicilio de la Ruta 7 y logró escapar ayer por la mañana, para después subir a un taxi que la llevó a la Fiscalía General del Estado (FGE), donde sufrió una crisis nerviosa en el interior del vehículo y fue atendida por paramédicos de la Cruz Roja.
De hecho, el taxista pidió ayuda frente a la Fiscalía, ubicada en la avenida Xcaret, cuando detuvo la marcha de su vehículo y notó que su pasajera se había desmayado, sin saber qué le había ocurrido.
El conductor mencionó que la mujer le pidió la parada en la avenida Revolución, en la zona conocida como la Ruta 7 y la notó muy alterada y llorando, así como tenía un cordón amarrado en una de sus manos. En esas condiciones, solicitó ser trasladada a la Fiscalía General del Estado.
Después de recibir atención por parte del personal de la dependencia, en el interior del taxi, la agraviada reconoció que había sido secuestrada desde el viernes pasado y después salió a relucir que sus familiares recibieron llamadas de un sujeto que les exigió dinero a cambio de su libertad, en una situación que está siendo investigada.
VIOLACIÓN
Por otra parte, una joven, de aproximadamente 24 años, pidió auxilio en la avenida Talleres, en un área de maleza, en la Región 89, donde dijo haber sido violada por varios sujetos con quienes consumió bebidas embriagantes.
La agraviada mencionó que sus acompañantes la obligaron a entrar a la vegetación y cometieron la violación la mañana de ayer, para después darse a la fuga.
Después de recibir atención de paramédicos de la Cruz Roja, la joven fue llevada a las instalaciones de la FGE, para interponer una denuncia, pero cuanto todavía estaba en el exterior, sufrió un desmayo y cayó al suelo, donde recibió los primeros auxilios. (Antonio Alcocer / QUINTANA ROO HOY)