Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo
Considerado el destino turístico más popular de México, cuyo flujo de vacacionistas solo el año pasado alcanzó los 4.55 millones y cerró con 5,176 millones de dólares en captación de divisas; Cancún cumplirá 46 años el 20 de abril como uno de los Centros Integralmente Planeados (CIP), más exitosos que proyectó el Fondo de Promoción e Infraestructura Turística (Infratur), hoy conocido como el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
Sin embargo, pese a la fama mundial que caracteriza a este centro vacacional de aguas azul turquesa, blanca arena y vestigios de la cultura maya, en la zona poblacional se enfrentan duros retos en su infraestructura urbana y social, que han mermado la calidad de vida de quienes son el principal motor de la industria turística.
Atrás quedaron esos años cuando entraron en operaciones los primeros resorts de Cancún, Playa Blanca, Cancún Caribe y el hotel Bojórquez (en total 208 habitaciones), así como 23 cabañas, para dar paso a un polo vacacional que actualmente cuenta con 36 mil 230 cuartos de hotel y una ciudad que superó exponencialmente los 250 mil habitantes que se planearon inicialmente.
De acuerdo a datos de Fonatur, la Secretaría de Turismos (Sectur), Asociación Pioneros de Cancún A.C. y Fundadores de Cancún AC, este destino turístico lleno de contrastes, donde la opulencia y la marginación marcan distancia, formó parte del Plan Nacional de Turismo (PNT), que el expresidente Gustavo Díaz Ordaz, encargó al Banco de México de 1968, en donde se buscaban detonar la industria turística basado en centros vacacionales integrales.
Con ello, se buscaba generar oportunidades de inversión y crear fuentes de empleo, por lo que en 1969 se creó Infratur para llevar a cabo el (PNT), organismo que se encargó de realizar los estudios a fin de identificar las zona con vocación turística por lo que varios exploradores iniciaron la búsqueda eligiendo Cancún y Zihuatanejo, en el estado de Guerrero.
Fue en 1970 cuando se desmontaron los terrenos en donde hoy se ubica este centro turístico, no obstante Cancún quedó estipulado como tal el 10 de agosto 1971 en el Diario Oficial de la Federación. Las operaciones aéreas iniciaron en una pista rudimentaria teniendo una torre de control hecha de madera, la cual funcionó hasta 1975, tiempo después se construyó la zona hotelera, cuyos primeros centros de hospedaje fueron financiados por el gobierno.
Las bellezas naturales de Cancún impactaron de tal forma, que las inversiones privadas comenzaron a fluir hasta consolidar la infraestructura turística que se tiene hoy en día, pero con el éxito se rebasaron todas las expectativas de lo que se había planeado para la ciudad, ya que la migración hizo mella hasta convertirse en una urbe donde según el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se tienen 743,626 habitantes.
De esta forma Cancún, cuyo nombre proviene del maya “kaan” y “kun” que significa nido de serpientes se convirtió en el destino turístico más importante de México, al grado de que el año pasado registró la visita de 4.55 millones de turistas y dejó una derrama de 5,176 millones de dólares en captación de divisas, lo cual se considera todo un éxito por las autoridades del Sectur, pero estas cuentas alegres, no se reflejan en todas las actividades productivas del centro vacacional, así lo refieren el sector comercio y restaurantero.
Con la llegada del All Inclusive en la década de los 90´s introducido por la cadena Oasis, la captación económica se concentró en un solo sector, tan es así que solamente el 20% del gasto que hacen los vacacionista tiene un impacto en el resto de los sectores productivos de este destino turístico, lo que ha ocasionado el cierre de negocios principalmente en el primer cuadro de la ciudad.
De esta forma, se masificó la llegada de vacacionista a Cancún, cayendo drásticamente la afluencia de turistas de alto poder adquisitivo, lo cual también ha impactado en los sueldos de los trabajadores, pues aun cuando la creación de plaza laborales en este polo turístico supera la media nacional, las propia Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS), admitió que el empleo en Cancún tiende a la eventualidad y es mal pagado.
Ante ello, estadísticas de los Semáforos Económicos, refieren que Cancún muestra señales de pobreza laboral, prueba de ello que uno de cada cinco quintanarroenses se encuentran en esta categoría, en la que se contabiliza a las personas cuyas percepciones laborales no son suficientes para alimentar adecuadamente a sus familias.
En cuanto a la calidad de vida de la población, información del Inegi, del Consejo Nacional de Población (Conapo) y la Secretaria de Desarrollo Social, indican que el 65% de los habitantes en este centro turístico enfrentan rezagos en infraestructura urbana y de asistencia social, mientras que el unas 200 mil personas padecen algún tipo de pobreza, por lo que no se tiene un desarrollo armónico, generando esa disparidad entre la zona hotelera y la urbe.