CRISTINA ESCUDERO
GRUPO CANTÓN
CANCÚN.- Mientras intenta convertirse en una nueva estrella de televisión, Jesús Alberto Capella Ibarra, secretario de Seguridad Pública, sigue con sus programas donde entrevista a gente de la farándula, porque piensa que de ese modo proyectará una imagen bonachona que hará olvidar a la gente la incontenible ola de homicidios y robos en el Estado de Quintana Roo.
El gobernador Carlos Joaquín aplaude a Capella como showman, pero es cruel la realidad de la entidad.
De acuerdo a datos del primer semestre de este año, proporcionados por el Secretariado Ejecutivo Federal, la entidad se encuentra entre las primeras cinco con mayor incidencia delictiva, detrás de Colima, Aguascalientes, Baja California Sur y Baja California.
Sin embargo, tomando en cuenta la variación de la incidencia por número de habitantes, el estado ocupa el segundo lugar.
El Semáforo Delictivo Nacional también ubica a Quintana Roo como el segundo estado con más ejecuciones por cada 100 mil habitantes, mientras que el registro de asaltos entre enero y junio de 2020 son 525, sin contar los que no se denuncian.
Por ejemplo, en Cancún se cometen 10 asaltos diarios con armas de fuego a los transeúntes, al igual que robos a casa-habitación, vehículos o negocios.
Otro de los organismos que se encarga de estudiar el nivel de violencia que existe en el estado es el Observatorio de Seguridad y Género (Osege), que reveló recientemente que de acuerdo a los datos del primer trimestre, Quintana Roo está en el primer lugar en homicidio culposo, mientras que en secuestro se pasó del lugar 14 al séptimo, ante el incremento de 22% de ilícitos.
También reveló la Osege que en extorsión el estado se encontraba en tercer lugar y subió de podio al colocar en el segundo, por el incremento de 29%; en robo con violencia del sexto sitio pasó al cuarto, por incrementarse 13%.
Esta organización demostró con sus investigaciones que, en el último semestre, Quintana Roo ocupa el primer lugar en violaciones y lenocinio (trata de blancas).
Hace unos días, el gobierno de Estados Unidos emitió una alerta turística a sus ciudadanos, para que eviten viajar a los destinos de Quintana Roo, debido a que existen constantes enfrentamientos y han resultado varios turistas heridos o muertos.
La alerta equivale a lo que se llamaba anteriormente warning, y daña sensiblemente la promoción de los principales destinos.
Es notorio que temen más a la inseguridad y la violencia que al mismo Covid-19, que ha golpeado con fuerza la industria sin chimeneas.
Esto demuestra que desde la llegada del Alberto Capella a la Secretaría de Seguridad Pública, y sobre todo desde que asumió el mando único, la incidencia delictiva ha incrementado, pero él sigue teniendo su agenda propia de promoción en la farándula, aunque los resultados le golpeen la cara.
Por si fuera poco, Quintana Roo tiene los cinco municipios más letales a nivel nacional, de acuerdo a su número de habitantes, encabezados por Tulum, Solidaridad, Benito Juárez, Puerto Morelos y con los últimos datos de ejecuciones, ingresa a la lista Isla Mujeres.
Recientemente el especialista en materia de defensa y seguridad, Carlos Barrachina Lisón, quien además es catedrático de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo), realizó un estudio que hizo público acerca de la inseguridad y el estado en 2019 sólo reconoció 815 homicidios culposos, cuando evidentemente fueron más, por lo que no se puede confiar en la información que proporcionan las autoridades estatales.
Menciona el investigador que es alarmante la tasa de violencia en Quintana Roo por cada 100 mil habitantes, sobre todo porque es un destino turístico y los viajeros lo que buscan es la seguridad del lugar donde vacacionarán.
Mientras el destino se desbarata entre dos pandemias, la del Covid-19 y la inseguridad, Alberto Capella se mantiene firme en su agenda de promoción en diversas plataformas, tal y como lo hizo al participar en la serie “Pan y circo” del actor Diego Luna, lo que deja claro que le gustan los reflectores de la farándula.
Sin embargo el estado ha sido exhibido fuera de su frontera pues un diario a nivel nacional que presenta El Ejecutómetro, mostró a Quintana Roo como la zona de mayor incidencia delictiva en el sureste, con 168 ejecuciones registradas entre enero y abril de 2020.
Cabe recordar que desde que Capella llegó a territorio quintanarroense, con un dudoso historial ya que en el estado de Morelos donde fue comisionado de Seguridad Pública y titular del Mando Único, fue imputado por el presunto desvío de 27 millones de pesos.
Todavía mantiene una confrontación pública con el gobernador Cuauhtémoc Blanco, en el que las acusaciones de todos los calibres abundan.
Con estos antecedentes, en Quintana Roo fue recibido con bombos y platillos por el gobernador Carlos Joaquín, dándole el control total de la Seguridad Pública del estado, sin embargo aquí también ha generado controversia ya que el año pasado fue llamado a declarar como testigo de la causa FED/FECC/UNAI/-QR/0000287/2019, donde se le investiga por posibles actos de corrupción, espionaje y extorsión, la Fiscalía General de Combate a la Corrupción de la FGR y pese a que ha actuado en desacato, el expediente se mantiene abierto.
Los demandantes tampoco son una pera en dulce, y se les acusa de varios delitos de falsificación de tarjetas, por lo que todo parece un pleito por negocios sucios.
Capella también ha recibido el rechazo de los mismos elementos de su corporación, ya que a pesar de que casi 20 policías de la entidad han muerto por Covid-19, sólo le rindió una ceremonia luctuosa al elemento que trajo del estado de Morelos.
Detalle que ha enardecido a los quintanarroenses que sienten esa actitud como un desprecio.
En espera también están los ciudadanos de la construcción del Centro de Mando, el C-5, en el que se anunció una inversión de dos mil millones de pesos para monitorear los puntos rojos con 1500 cámaras, pero nadie ha dado información al respecto.
Solamente se notan algunos avances en la construcción de las instalaciones.