Rusia lanzó 40 misiles y 580 drones durante la madrugada del sábado. El presidente ucraniano calificó el bombardeo como un intento deliberado de aterrorizar a la población civil y pidió una respuesta internacional firme.
REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, denunció este sábado un “ataque masivo” por parte de Rusia durante la madrugada, que dejó al menos tres muertos y decenas de heridos en varias regiones del país. Según informó, Moscú lanzó 40 misiles —tanto de crucero como balísticos— y alrededor de 580 drones de distintos tipos.
“Cada ataque de este tipo no es una necesidad militar, sino una estrategia deliberada de Rusia para aterrorizar a la población civil y destruir nuestra infraestructura”, afirmó el mandatario a través de su cuenta en la red social X.
Zelensky explicó que los ataques estuvieron dirigidos a las regiones de Dnipropetrovsk, Nikolaev, Chernigov, Zaporizhia, así como a comunidades de Poltava, Kiev, Odesa, Sumy y Kharkov. En la ciudad de Dnipró, un misil con municiones de racimo impactó directamente en un edificio de apartamentos.
“Hasta el momento, sabemos de decenas de personas heridas por el bombardeo y, lamentablemente, tres fallecidas. Mis condolencias a sus familias y seres queridos”, expresó el presidente ucraniano.
Zelensky también agradeció a las fuerzas de defensa aérea ucranianas y a los pilotos de F-16 “que defendieron los cielos durante toda la noche y contrarrestaron eficazmente la amenaza de los misiles de crucero contra Ucrania”.
En su mensaje, hizo un llamado urgente a la comunidad internacional: “Ucrania ha demostrado que puede defenderse a sí misma y a Europa, pero para contar con un escudo fiable, debemos actuar juntos: reforzar la defensa aérea, aumentar el suministro de armas y ampliar las sanciones contra la maquinaria militar rusa y los sectores que la financian. Toda restricción a Rusia salva vidas”, subrayó.
Este nuevo ataque se suma a una serie de bombardeos que han intensificado la presión sobre la infraestructura civil ucraniana, elevando nuevamente el tono de las exigencias de Kiev a sus aliados occidentales.