CIUDAD DE MÉXICO.- Se han averiado al mismo tiempo dos de los giroscopios que permiten al telescopio orientarse en el espacio y apuntar a los astros que debe observar. El Hubble ha entrado en modo seguro y está temporalmente fuera de servicio mientras los responsables de la misión intentan averiguar qué ha fallado y ver si es posible repararlo.
“Un fin de semana muy estresante”, tuiteó el domingo por la noche Rachel Osten (@rachelosten), directora adjunta del mantenimiento del telescopio en el espacio. “En estos momentos el HST [Telescopio Espacial Hubble] está en modo seguro mientras decidimos qué hacer”.
Hubble, tenemos un problema.
Se han averiado al mismo tiempo dos de los giroscopios que permiten al telescopio orientarse en el espacio y apuntar a los astros que debe observar. El Hubble ha entrado en modo seguro y está temporalmente fuera de servicio mientras los responsables de la misión intentan averiguar qué ha fallado y ver si es posible repararlo.
“Un fin de semana muy estresante”, tuiteó el domingo por la noche Rachel Osten(@rachelosten), directora adjunta del mantenimiento del telescopio en el espacio. “En estos momentos el HST [Telescopio Espacial Hubble] está en modo seguro mientras decidimos qué hacer”.
Los giroscopios, que se han averiado con regularidad desde que el Hubble se lanzó al espacio en 1990, son el punto de débil del telescopio. Cuando se diseñó el Hubble, se pensó que los giroscopios podrían cambiarse cuando fallaran porque irían astronautas a repararlo. Pero desde que la NASA retiró los shuttles en el 2011, no hay ningún medio de transporte capaz de llegar hasta el Hubble y regresar a la Tierra.
Sabiendo que los giroscopios serían probablemente lo que un día acabaría con el telescopio, los últimos astronautas que fueron a repararlo sustituyeron en 2009 los seis que lleva a bordo. Para orientarse bien en el espacio, le basta con tres de estos seis. Por ello, funciona sólo con tres y, cuando falla alguno, se activa uno de los de reserva. Desde el 2009 se habían averiado dos de los seis y se había recurrido a dos de reserva.
El viernes falló un tercero, lo cual no sorprendió a nadie. “Sabíamos que iba a pasar. El giro ha durado unos seis meses más de lo que esperábamos”, tuiteó Osten.
Pero cuando se intentó poner en marcha el último de reserva que quedaba, envió señales erráticas. Esto sí que fue una sorpresa. “El primer paso es intentar recuperar el último giro, que estaba apagado, y está siendo problemático”, añadió Osten.
La avería es un aviso de que el veterano telescopio espacial encara sus años finales. Si no se consigue activar el giroscopio problemático, el Hubble se verá obligado a trabajar sólo con dos, como ya hizo entre los años 2005 y 2009, aunque sus observaciones se verán limitadas. Podrá trabajar incluso con uno solo, aunque estará todavía más condicionado. Después, cuando pierda su último giroscopio, dejará de observar el cielo.
Su sucesor, el Telescopio Espacial James Webb, que inicialmente debía ponerse en órbita en 2007, tiene en este momento su lanzamiento programado para 2021.
Cortesía: La Vanguardia
