Redacción
CANCÚN Q.Roo.
Evo Morales atribuyó a una “guerra sucia” de la oposición y a una “conspiración externa” su derrota en las urnas para postularse por cuarta ocasión como presidente de Bolivia.
“Perdimos una batalla democrática, pero no la guerra; no estamos derrotados. La lucha sigue con más fuerza. La lucha no termina acá”, dijo en un rueda de prensa ayer, luego de que el martes el Tribunal Constitucional declaró ganador por tres puntos al “no” a la reforma constitucional para su reelección en 2019.
“Quiero decirles: respetamos los resultados, es parte de la democracia, pero también quiero decirles que si el “sí” remontaba, con seguridad la derecha hubiera señalado (que era) con fraude”, subrayó al aceptar la derrota, la primera en los 10 años que lleva en el poder con una exitosa gestión económica en Bolivia por los altos precios de las materias primas y reformas que cuadruplicaron los ingresos por exportaciones.
Después de que la opción del “no” logró un apoyo de 51.30%, aventajando por 2.6 puntos porcentuales al “sí”, que alcanzó 48.70%, según el cómputo oficial del Tribunal Supremo Electoral, Morales apuntó: “Puede haber sido un error aceptar (convocar al referéndum), pero soy disciplinado al pedido de los movimientos sociales. Estamos derrotados, pero es una pequeña batalla. Vamos a continuar con la lucha con más fuerza, con mayor experiencia y mayor unidad”.