Dos dueños de una tiendita, marido y mujer, fueron ejecutados por un trío de sicarios en su propio negocio por, supuestamente, “no pagar piso”.
Los dueños del local, el cual enrejaban por las noches para evitar asaltos, intentaron posponer el pago de la extorsión. Los sicarios los amenazaron con sus armas, pero la pareja afirmó que no tenían el dinero suficiente para pagarles.
Tras varios segundos de intensa discusión la pareja decidió alejarse y dejarlos con la palabra en la boca, algo que a los criminales no les agradó, por lo que los hombres sacaron sus armas y comenzaron a abrir fuego contra la pareja, ejecutándolos a sangre fría.