ESTADOS UNIDOS.- El fiscal general del Estado de Nueva York, Eric Schneiderman, entra de lleno en la batalla presidencial al ordenar a la Fundación Donald Trump que desista de solicitar fondos. Considera que la organización caritativa no dispone del certificado necesario para recaudar dinero con el que financiar sus operaciones y obras benéficas. El candidato republicano lo considera una maniobra política.
El cese afecta en principio solo a Nueva York. De acuerdo con la carta enviada al magnate, la estructura a través de la que la familia Trump gestiona sus obras benéficas está violando la legislación al no estar registrada en la oficina que supervisa las acciones caritativas en el Estado. Por eso considera que no tiene permiso para realizar estas actividades y debe dejar de “inmediato” de recaudar fondos.
La carta está fechada el pasado 30 de septiembre. El fiscal general ya indicó días atrás que estaba investigando la organización sin ánimo de lucro que lleva el nombre del empresario para determinar si operaba de acuerdo con la legislación fiscal. Con esta acción Schneiderman va un paso más allá y le da 15 días de plazo para suministrar todos los documentos que se le solicitan para aclarar su funcionamiento.
El diario The Washington Post ya reveló la semana pasada que la fundación benéfica del aspirante a la Casa Blanca no disponía de la certificación que necesitan las organizaciones caritativas para poder hacer rondas de recaudación de fondos al público. Para recibir ese permiso, la institución caritativa debe facilitar sus informes financieros anuales y cuentas auditadas, de acuerdo con la carta.
Donald Trump creó la fundación en 1988 para gestionar su faceta filantrópica. La portavoz de la campaña presidencial respondió a la maniobra del fiscal denunciando que detrás hay una clara “motivación política”, destinada a minar su imagen. Eric Schneiderman es demócrata. En cualquier caso, desde el entorno del magnate se deja claro que la intención es cooperar plenamente con la investigación.
La acción del fiscal general neoyorquino se conoce, además, después de que el The New York Times publicara las tres primeras páginas de la declaración de impuestos del promotor correspondiente al ejercicio 1995. Ese año reportó pérdidas por valor de 960 millones de dólares. El candidato se ha negado en publicar el detalle de sus cuentas con hacienda, bajo el argumento de que están siendo auditadas.
El Post asegura por su parte que Donald Trump usó la Fundación con fines de lucro, al destinar una porción del dinero a pagar demandas en su contra. En paralelo, el empresario está pidiendo el cierre de la Fundación que gestionan los Clinton, al considerar que es una “empresa corrupta” que utiliza la familia de su rival a las presidenciales para lucrarse.(Fuente: El País)