CIUDAD DE MÉXICO
Desde hace semanas Australia arde, el país está envuelto en humo tóxico y las llamas están arrasando con todo lo que encuentran a su paso: personas, casas y millones de animales.
Tristemente las carreteras de Isla de Canguro se han convertido en un cementerio. En el trayecto se pueden observar vacas, canguros y koalas completamente calcinados.
Algunos de los refugios que se ubicaban ahí terminaron en cenizas, como el santuario Wild2Free, creado por Rae Harvey en 2003.
El lugar se dedicaba a rescatar canguros de la zona y rehabilitarlos cada que hiciera falta. Lamentablemente, hoy ya no existe gracias al fuego descontrolado.
Rae dedicó 16 años al hogar para animales, sin embargo cuando las llamas se desataron, ella quedó atrapada en el muelle de madera donde queda su propiedad cercana al río Clyde, una tormenta de fuego acabó con todo a su paso.
Harvey contra su voluntad tuvo que ser evacuada a Runnyford, cerca de Batemans Bays, debido a que el camino hacia su preciado refugio estaba bloqueado. Fue su vecino el que la rescató en un bote.
“No pensé que íbamos a ser salvados, pensé que íbamos a quemarnos vivos. Cuando salíamos de la propiedad, el área en la que nos estábamos refugiando estaba en llamas«, declaró la mujer ABC.
El momento más desgarrador lo vivió cuando el fuego se había marchado, y tuvo que revisar el estado de su preciado refugio.
“Todo estaba derrumbado y de los 100 animales que cuidaba, solamente quedaban 22. La mayoría de ellos con notable deshidratación y quemaduras de considerable gravedad.
“Pensé que todos iban a estar muertos. Había mucho humo y fuego y no pensé que iban a estar vivos. No podemos tratar a nuestros animales porque no podemos obtener los medicamentos que necesitamos para sedarlos. Necesitamos acceso a equipos médicos que no podemos obtener sin recetas, es una zona de incendio donde los productos no están disponibles y los animales van a morir”, dijo entre lamentos.